El acusado (a la izquierda) a su llegada a los juzgados de Vía Alemania. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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JAVIER JIMÉNEZ-AGUSTÍ AGUILÓ

Una disputa de madrugada entre dos hermanos estuvo a punto de finalizar ayer en tragedia. Uno de ellos blandió una daga de la Segunda Guerra Mundial e intentó degollar al otro, aunque afortunadamente no lo consiguió. La víctima sufrió una herida incisa en el cuello y el agresor fue arrestado poco después.

A las cinco de la madrugada, aproximadamente, la Policía Local fue alertada de que un hombre había resultado herido por arma blanca en un piso de la calle Teniente Coronel Franco. Según esa primera información, se había tratado de una autolesión.

Cuando la primera patrulla llegó a esa dirección el herido se encontraba en la calle, aturdido y lleno de sangre. Al poco tiempo se confirmó que era una agresión y que el sospechoso se encontraba en la casa.

El sospechoso, que responde a la identidad de J.A.R.R., de 36 años, no ofreció resistencia y fue arrestado. El caso pasó a manos del Cuerpo Nacional de Policía y las diligencias se instruyeron por intento de homicidio, aunque no se descarta que más adelante se pase a lesiones.

Según parece, los dos hermanos estuvieron celebrando la cena de empresa de Navidad y después salieron de copas, en una conocida discoteca del Paseo Marítimo. Allí, según han reconocido los dos, estuvieron consumiendo alcohol y cocaína, y después, a eso de las cinco, se marcharon a su casa, entre las barriadas de Son Gotleu y Pere Garau.

Fue allí donde comenzó la disputa, por unas perras que viven en el piso. José Antonio ha declarado que sólo sabe que no quería matar a su hermano y que se trató de un accidente. El herido perdió medio litro de sangre y fue evacuado rápidamente en ambulancia hasta el hospital de Son Dureta.

Los médicos le intervinieron y confirmaron que la puñalada no le había afectado ningún órgano vital y que su estado no era grave.

Tras las curas pertinentes recibió el alta médica y pudo regresar a su casa. Luego fue requerido por el Grupo de Homicidios para que se desplazara a la Jefatura de Policía, para prestar declaración sobre lo ocurrido en el piso que los dos hermanos comparten en la calle Teniente Coronel Franco.

El acusado, por su parte, pasó la mañana en los calabozos y poco antes de las cinco de la tarde fue trasladado al juzgado de guardia, en Vía Alemania. Su abogado, Miquel Àngel Cardell, le asistió durante su declaración, en la que insistió en que no había querido matar a su hermano. Al cierre de esta edición el juez decidió dejar en libertad al acusado, pero le ordenó que no se acercara a su hermano.