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JULIO BASTIDA «No hay derecho. Yo he venido esta mañana cuando me avisó mi hermano y me encuentro con esta situación. Son unos salvajes. Han saltado la valla y se han enganchado con los pobres animales. Yo lo único que pido es justicia y que, de una vez por todas, se tomen medidas serias. Los dueños de estos animales tienen que pagar por lo que han hecho». Estas son las declaraciones de Joan Bonet, el propietario de la finca sa Vinya Vella, sita en el camino de Son Boronat, en Calvià.

En la madrugada de ayer, al menos dos animales, un boxer y una mezcla de pastor alemán, saltaron la valla de su finca, entraron en la misma y mataron a más de 15 ovejas y otros animales.

Durante la matanza, también resultó muerto un macho cabrio semental, de incalculable valor económico.
Rápidamente agentes de la Policía Local de Calvià se dirigieron hasta el lugar de los hechos y tomaron declaración al propietario. En cuestión de minutos, al menos dos de los perros salvajes, fueron localizados y a través del 'chip' identificativo se logró localizar a los propietarios.

Baptista Alemany, veterinario desplazado a la finca se vio en la necesidad de sacrificar a varios animales más debido al lamentable estado en el que se encontraban.

Alemany, destacó: «Esta matanza no tiene precio. Se trata de una guarda de selección genética para mejorar la reproducción de ovejas mallorquinas», concluye.

Las autoridades no descartan que se puedan localizar los cuerpos sin vida de más animales.