Ambulancias y policías en el lugar del accidente, con el crucero italiano al fondo de la imagen. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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J.JIMÉNEZ./G.PICÓ./J.BASTIDA.

El crucero inaugural no podía empezar peor. El MSC Fantasía, el cuarto crucero más grande del mundo, atracó ayer en Palma y cuando el pasaje descendía por la pasarela una racha de viento movió la grandiosa embarcación y uno de los turistas cayó al mar, junto a la plataforma. El hombre está grave y los tres tripulantes que se lanzaron al agua en su ayuda también fueron hospitalizados, con hipotermia. La quinta víctima es una joven que sufrió un ataque de angustia.

El barco, de 333 metros de eslora y con capacidad para 4.100 pasajeros, llegó al mediodía al puerto de Palma. Al tratarse de una nave de esas dimensiones la maniobra para atracar en el muelle es lenta y compleja, y se culminó a las 14.30 horas. El MSC Fantasía quedó fondeado en el muelle de poniente sur, frente a la Estación Marítima número 4. El viento, en esos momentos, soplaba con furia, con rachas de hasta 118 kilómetros por hora en algunos puntos de la Isla. De repente, el vendaval movió la mole amarrada, que ya había desplegado la pasarela para los pasajeros, y los amarres de proa se rompieron. El crucero se movió algunos metros, los suficientes para que la plataforma cayera desde unos quince metros de altura. La mayoría de turistas pudo reaccionar a tiempo y volver al barco, pero un octogenario egipcio, llamado Jacour Fak, cayó desde esa altura al agua. Se golpeó la cabeza y tres tripulantes se lanzaron en su ayuda. El rescate fue rápido, pero el varón fue subido al muelle en estado grave, con una fuerte conmoción craneal.

Los minutos siguientes en el puerto de Palma fueron de auténtico caos, con ambulancias,