«Un golpe de mar nos tiró al agua a los cuatro tripulantes y yo pude subir de nuevo. Les eché la escalera y nuestros dos amigos pudieron cogerla, pero mi padre no. El viento nos alejaba de él y las olas eran muy fuertes». El hijo del náufrago desaparecido el domingo a 20 millas de sa Dragonera, y los otros dos supervivientes, prestaron ayer declaración ante la Guardia Civil de Eivissa y regresaron después a Mallorca, vía aérea. El alemán, de unos 60 años, sigue desaparecido y las posibilidades de encontrarlo con vida son muy limitadas.
El velero de los alemanes "ocupado por padre e hijo y dos amigos" zarpó del Port d'Andratx el domingo por la mañana y se dirigía a Eivissa. A 20 millas al suroeste de sa Dragonera el temporal era muy intenso, con olas de cuatro a cinco metros. Uno de los impactos casi vuelca la embarcación. A partir de ahí, la tragedia se desarrolló en segundos. Sólo el joven alemán pudo subir por sus propios medios al velero y ayudó a sus dos amigos. El sexagenario, que no llevaba chaleco salvavidas, no pudo alcanzar el que le lanzaron desde el barco y se alejó, en medio de un gran temporal. Ayer, Salvamento Marítimo continuó la búsqueda del náufrago, con la ventaja de que el estado del mar ha mejorado y las olas no superan los dos metros. Sin embargo, las bajas temperaturas del agua y el hecho de que el alemán no llevara chaleco hacen que las esperanzas de hallarlo con vida sean mínimas.
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