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Día de peritos en el juicio por los abusos sexuales de un matrimonio alemán contra su hijo de cinco años. Las tres psicólogas que denunciaron que el menor había sido objeto de abusos certificaron ayer ante el Tribunal que sufrió una situación «muy traumática» a manos de su padre. Tras un episodio de juego sexual atípico con un amigo del colegio, los responsables del centro pidieron la ayuda de una educadora. Ésta fue la primera profesional en denunciar la agresión. En una de las sesiones el menor dibujó cómo su padre le practicaba una felación: «No es normal que un niño dibuje eso a esa edad», señaló la psicopedagoga.

A raíz de esta primera denuncia intervinieron los servicios sociales del Consell. Las dos psicólogas que le atendieron también señalaron que el menor realizó nuevos dibujos en los que apuntaba a su padre como autor de los abusos.

Además, durante todo el periodo que ha permanecido bajo la custodia del Consell, el menor ha mantenido un comportamiento «hipersexualizado muy insistente». El relato de estas peritos, que además declararon como testigos, fue puesto en cuestión por otros dos psicólogos propuestos por la defensa. Ambos defendieron que las pruebas que se realizaron son insuficientes para demostrar que se produjeron abusos y plantean que pudo haber otras causas para el comportamiento del menor. El juicio no terminó ayer y queda pendiente de un perito más y de las calificaciones de las partes. Se reanudará en julio.