Momento en el que policías nacionales y guardias civiles obtienen la autorización para acceder por una pasarela al crucero. Fotos: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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JAVIER JIMÉNEZ

Claudicó. Tras un tenso tira y afloja, que se mantuvo hasta el último momento, ayer tarde cedió el capitán del crucero de lujo que exigía que policías y guardias civiles presentaran certificados médicos para acceder a su nave. Los agentes accedieron al Asuka II sin pasar ningún control facultativo, tras una polémica que implicó a la Delegación del Gobierno, la Comandancia de la Guardia Civil, la Jefatura de Policía, Sanidad Exterior y Aduanas.

Poco antes de las dos de la tarde el crucero de lujo, con 700 pasajeros a bordo, arrivó al Port de Palma. Tal y como adelantó ayer Ultima Hora, el capitán del barco había remitido un email a su TTOO con una serie de exigencias que fueron calificadas de «inauditas». El máximo responsable de la nave, alertado por la nueva gripe, puso condición un certificado médico de los agentes que iban a acceder a la embarcación, una vez atracada en Palma.

Ayer por la mañana, las dos posturas enfrentadas se mantenían en su sitio. Cuando el Asuka II amarró, el capitán fue informado de que sus pretensiones eran insostenibles y le dieron a entender que por mucho que se enrocara, los agentes debían revisar la nave, tal y como sostiene el protocolo portuario. El comandante, al final, cedió a la presiones y dejó subir a policías y guardias civiles. Y sin certificados médicos.

Como el capitán del Asuka II no daba indicios de cambiar de postura, fue el administrador de Aduanas en persona el que «negoció» ayer una salida al conflictivo que se había planteado. Por una parte, el comandante tiene autonomía total dentro de su nave, pero por otro lado, el crucero estaba amarrado en territorio español y los Cuerpos de seguridad tenían la obligación de inspeccionarlo. Al final, el sentido común se impuso y no fue necesario adoptar medidas extraordinarias para que los agentes entraran en el barco.