TW
0
JULIO BASTIDA/PEP MATAS Un centenar de agentes pertenecientes al Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y Policía Local de Palma, procedieron en la tarde-noche del viernes a la realización de una macro redada contra la droga y extranjería, en Son Gotleu.

Eran aproximadamente las 20:15 horas, cuando de repente la plaza Fray Joan Alcina, en las proximidades de la calle Tomás Rullán, era tomada por las unidades de elite de los cuerpos de seguridad.

Unidad de Prevención y Reacción (UPR), Motoristas (Rayos), por parte del CNP, y Unitat d'Intervenció Inmediata (UII) y Grup d'Atenció Preventiva (GAP), por la Policía Local, se desplegaron con rapidez y dio inicio la redada y los pertinentes registros.

La actuación policial viene dada de las denuncias constantes por parte de los vecinos y residentes de la zona del descontrol, permisibilidad de actos ilegales, proliferación de establecimientos ilegales, delincuencia y puntos de venta de droga.

Ante esta situación, representantes de la asociación de vecinos de la barriada, días atrás, acudieron a la delegación del Gobierno para entrevistarse con el delegado y transmitirle el malestar colectivo de los residentes.

Por espacio de varias horas, el centenar de agentes procedieron a la identificación de decenas de personas y se realizó un exhaustivo registro en la mayoría de bares, locutorios y establecimientos de la citada plaza y calles colindantes. Policías de paisano revisaron escrupulosamente las licencias de actividades, documentación de los establecimientos y si los propietarios estaban en situación legal en el país.

Fruto de la macro redada realizada conjuntamente por CNP y Policía Local, se detuvo a varias personas y fueron trasladadas a la jefatura superior del Cuerpo Nacional de Policía, sita en la calle Ruíz de Alda de Palma.

Los vecinos de la zona acogieron el operativo policial como una luz al final del túnel y animaron a los policías desplegados en la zona.
«Estamos muy contentos de que acaben con la mierda que tenemos aquí. Ahora sólo pedimos a los jefes de las policías que no cesen en su empeño y que cada semana vengan y hagan los mismo. Es la única manera de acabar con los delincuentes y enviarlos a su país», relató Juan, un vecino visiblemente molesto con los delincuentes.