Cada vez empiezan más jóvenes. Tres niños, uno de ellos de diez años de edad, fueron interceptados el sábado conduciendo un coche robado por Campos. El vehículo lo habían sustraído en sa Ràpita y habían decidido «irse de marcha» con él.
A las tres de la madrugada agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil montaron controles en algunos puntos estratégicos de Campos. Un Seat Ibiza se acercó a uno de esos puntos y los agentes que se asomaron a la ventanilla quedaron asombrados: tres niños ocupaban el turismo, uno de ellos al volante. Rápidamente el automóvil fue inmovilizado y obligaron a los chavales a apearse, para registrar sus ropas y el interior del utilitario. De forma espontánea reconocieron que lo habían sustraído en una calle de sa Ràpita y que pretendían dar vueltas «por ahí». El conductor, pese a su juventud, tenía plenas nociones para estar al volante, otro detalle que sorprendió a los funcionarios. El Seat Ibiza no había sufrido daños aparente y fue devuelto a su legítimo propietario.
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