Uno de los herlicópteros que participó en las labores de extinción.

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Todos los medios antiincendios disponibles, incluidos dos aviones y varios helicópteros, se movilizaron ayer tarde para combatir un gran incendio que se declaró en una zona de casas habitadas entre s'Aranjassa y Sant Jordi, en Palma.

A las cuatro de la tarde las llamas se propagaron con rapidez entre los caminos de Can Peixet y s'Olivaret, cerca de las pistas del aeropuerto de Son Sant Joan. Xisco Capellà, uno de los vecinos afectados, denunció que los bomberos «tardaron una hora en aparecer por aquí». Otros afectados también se quejaron de «descoordinación» entre la Policía Local, el Cuerpo Nacional de Policía, los bomberos de Palma y de Mallorca, el 112 y el 061, que envió varias ambulancias por si había intoxicados.

Sea como fuere, las tareas de extinción se prolongaron durante toda la tarde y se vivieron momentos de gran tensión, tanto por parte de los residentes, que veían como las llamas se acercaban a sus viviendas, como de los equipos actuantes, que no podían controlar los tres focos. Las descargas de agua de los aviones Air Tractor, apoyados por los helicópteros, consiguieron finalmente conjurar el peligro. Algunos vecinos, como Xisco Capellà, participaron activamente en la extinción de las llamas: «Me subí al tractor y empecé a hacer un cortafuegos porque el incendio se acercaba a las casas. Había personas y también caballos en las granjas y la verdad es que pasamos mucha tensión», relató.

Intoxicados

En la calle Roses se montó un punto de asistencia sanitaria, para los damnificados y sólo uno de ellos, un varón, tuvo que ser evacuado después en ambulancia al hospital de Son Llàtzer, con problemas respiratorios. Al cierre de esta edición se habían reavivado algunos puntos del siniestro y un retén permanecía en la zona para controlar la situación. Los bomberos están investigando el origen del fuego y porque el principal frente tenía en sus orígenes tres focos.