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El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears, Luis Corral, afirmó ayer que la responsabilidad del mantenimiento de los edificios corresponde a los propietarios y no a la administración pública y que, en cualquier caso, el inmueble que se desplomó en el barrio de Camp de´n Serralta no estaba por su antigüedad obligado a pasar la inspección técnica impulsada por el Ajuntament de Palma, que a su vez no está pensada para detectar fallos estructurales sino problemas que puedan generar daños a terceros.

El decano de los arquitectos afirmó que en el caso del derrumbe en la esquina entre las calles Alòs y Rodríguez Arias no existía ninguna denuncia ni expediente abierto en el Ajuntament de Palma ni ninguna actuación registrada en el Colegio de Arquitectos, por lo que en principio debía estar en correcto estado. «En el año 1988 hubo un proyecto visado de apeo de un muro de carga, pero parece que no se ejecutó», afirmó el decano.

A la espera de conocer el resultado de la investigación de los peritos, el decano consideró que la dejadez de los propietarios o alguna actuación mal ejecutada en el inmueble han podido ser la causa del desplome. «No tiene que ver con que estuviera construido con marés, como se ha dicho, sino no tendríamos edificios góticos en Mallorca», señaló.

Por su parte, el presidente del centro de estudios del Colegio de Aparejadores, Jaime Gibert, consideró que el derrumbe se debe a un aplastamiento de la pared de marés de la fachada, con lo que provocó un inclinamiento de las viguetas y un efecto catapulta que desmoronó el inmueble. Gibert consideró por tanto que la crisis del edificio no se debe a una falta de mantenimiento.