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JAVIER JIMÉNEZ La 'operación Vento', iniciada en la Comandancia de la Guardia Civil de Palma a finales de 2008, ha estallado con toda su virulencia en Castellón, donde agentes llegados ex profeso desde la Isla han interceptado un pesquero con más de 2.700 kilos de hachís. El ECO (Equipo contra el Crimen Organizado) ha detenido ya a doce narcotraficantes y la investigación sigue abierta.

Hace unos días, ocho guardias civiles destinados en Palma se desplazaron a Castellón y ultimaron los detalles del operativo. Un velero cargado con un alijo de hachís, recogido en Marruecos, se dirigía al Mediterráneo y frente a la costa de Castellón la carga fue transportada al pesquero Bergantín, de Grao.

Todo el proceso estaba siendo seguido a distancia por el ECO, que esperó a que el barco amarrara en el puerto de Castellón. Una vez allí, sin posibilidad de escapar, el patrón y seis marineros fueron sorprendidos descargando los 70 fardos, de más de 30 kilos de droga cada uno. Otros tres 'narcos' fueron detenidos en tierra firme, esperando a sus compinches, y el resto de la banda cayó en Grao, Valencia y Denia. Son doce en total, tres de nacionalidad polaca y el resto españoles, residentes en Castellón.

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Castellón ha abierto diligencias sobre el alijo, que está valorado en unos seis millones de euros. Algunas agencias informaron ayer que la droga tenía, como destino final, Mallorca. Sin embargo, fuentes de toda solvencia de la Comandancia palmesana negaron esta información y aseguraron que el grueso de los 2.700 kilos iba a distribuirse por el levante español.

Lo que sí parece confirmado es que la organización de polacos ya consiguió, tiempo atrás, introducir otros cargamentos de hachís en el litoral mallorquín. Últimamente, sin embargo, habían cambiado la ruta para evitar los controles policiales.