Varias personas se enfrentan durante los saqueos en la zona comercial del centro de Puerto Príncipe (Haití). El sismo de 7.0 grados de la escala Richter que sacudió al país más pobre de América el martes pasado ha causado de momento más de 70.000 víctimas mortales.

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«Cuando el camión con ayuda humanitaria se acerca al centro la gente se nos echa encima. Hay cadáveres amontonados por todos lados y en algunas calles hay tantos que no se puede pasar. De noche es imposible salir a patrullar: las cárceles se han derrumbado y los presos andan sueltos. Hay bandas armadas y es muy peligroso».

Cuando hoy se cumple una semana del devastador terremoto, José Antonio Martínez, el sargento mallorquín de la Guardia Civil destinado en Haití en misión de la ONU, dibuja un panorama desgarrador del país caribeño. Y en especial de su capital, Puerto Príncipe. Su mujer, Isabel, vecina de Marratxí, habla con él cada día y últimamente el suboficial reconoce que está «muy cansado».

«Todo está hecho un desastre -cuenta el guardia civil de Palma-. Nosotros acompañamos a los camiones con ayuda humanitaria hasta la capital y después regresamos a dormir a la ciudad de Belladere», a unos 50 kilómetros en dirección a la frontera con República Dominicana. No pernoctar en Puerto Príncipe es, sin duda, un alivio para los equipos de emergencia y fuerzas de seguridad de la ONU, porque el panorama en la capital es preocupante.

«Se oyen tiros, hay gente armada e incontrolada y hay zonas muy inseguras. De noche es imposible moverse, el peligro es extremo», añade el guardia civil. Muchos compañeros, policías de la ONU, se han quedado sin cuartel y tienen que ocupar las instalaciones de Belladere, que aún siguen en pie porque en aquella zona del país el temblor no fue tan devastador.

Por otra parte, El Ajuntament de Palma acordó ayer destinar un total de 130.000 euros a diferentes acciones destinadas a la atención de emergencias y a la reconstrucción de Haití, así como a la sensibilización de los ciudadanos de la capital balear para que se impliquen y colaboren con el pueblo haitiano.

El regidor de Bienestar Social, Participación y Cultura, Eberhard Grosske, remarcó en rueda de prensa que la intención del Consistorio es contribuir a una «reconstrucción integral» del país ya que éste no requiere únicamente acción inmediata, sino también a medio y largo plazo.

Así, detalló que la inversión municipal se concretará en tres conceptos de forma que destinará 40.000 euros a la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) para facilitar la atención de las emergencias, 70.000 a la Coordinadora de ONGs de Balears (Congdib) para las tareas de reconstrucción y, finalmente, 200.000 euros para la realización de diferentes actividades de sensibilización de la ciudadanía de Palma, así como a la obtención de recursos para el pueblo de Haití.

Por su parte, el representante de la Congdib, Jaime Masonneuve, se mostró satisfecho por el enfoque que el Ayuntamiento ha dado a la ayuda e incidió en la importancia de conseguir un tipo de ayuda «perdurable en el tiempo».

Ambos coincidieron en la necesidad de que la sociedad civil se implique, por lo que apuntaron que se intentará apoyar al máximo cualquier iniciativa ciudadana que tenga como objetivo sensibilizar a la población sobre la situación que se está viviendo en Haití. Finalmente, el regidor hizo hincapié en que la tragedia no es sólo consecuencia del fuerte terremoto sufrido, sino que, además, es el resultado de un país con una historia de carencia en estructuras sociales, económicas, políticas, sumado a una violación de los derechos humanos. Por ello, señaló que el Ayuntamiento se plantea una ayuda continuada que permita una labor de «reconstrucción profunda» del país.