Los escombros cubren las aguas del puerto de Funchal. | HOMEM GOUVEIA

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Los equipos de rescate portugueses buscaban ayer domingo con máquinas excavadoras más cadáveres bajo los escombros, después de que violentas inundaciones y deslizamientos de tierra mataran al menos a 40 personas en la turística isla de Madeira.
Las autoridades enviaron más equipos de rescate e ingenieros militares del continente para ayudar a la isla atlántica, donde las fuertes lluvias del sábado se llevaron por delante puentes, bloquearon carreteras con piedras y lodo, y aislaron numerosas zonas de la isla.
Pedro Barbosa, subdirector del servicio de protección civil regional, dijo a Reuters que un municipio, Curral das Freiras, seguía aislado, y sólo se podía contactar por radio con sus habitantes.
«Sabemos que hay algunas víctimas allí, no una cifra alta, pero sólo sabremos los detalles cuando los equipos de rescate lleguen a la localidad», declaró.
Francisco Ramos, secretario regional para asuntos sociales, dijo a los periodistas que había 40 muertos confirmados en Madeira, situada a unos 1.000 kilómetros al suroeste de Lisboa.
«Esperamos que esta cifra no aumente, pero probablemente lo hará dadas las circunstancias de este diluvio», declaró.
«Todos los equipos están trabajando sobre el terreno (...) Seguiremos buscando cuerpos, estamos esperando a los equipos procedentes del continente», agregó.