G.PicóPalma30/05/10 0:00
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El juez de guardia de Palma envió ayer a prisión a un joven que fue detenido por atacar a un conocido con una escopeta de pesca submarina. El arrestado, Vicente L.S., había sido juzgado hace un mes por partirle la boca al mismo hombre y la sentencia en su contra fue notificada el pasado día 18. Se da la circunstancia de que el juzgado que lo condenó era el mismo que ayer se encontraba de guardia.
Ante el peligro de que Vicente, de 21 años, pudiera ir a buscar al agredido si quedaba en libertad, se decidió ordenar su ingreso en la cárcel de Palma. Su abogado indicó que solicitará que quede en libertad ya que se irá a vivir a la Península a casa de unos familiares.
Versiones
La versión del detenido y de la víctima son distintas. Ambos viven a escasos 500 metros de distancia. Estos últimos hechos ocurrieron el pasado viernes. La víctima explicó en la denuncia que Vicente lo esperó agazapado junto al portal de su casa, lo amenazó con una escopeta de pesca submarina y le disparó el arpón, pero no lo alcanzó.
El detenido, por su parte, dijo que él acudió al bloque donde reside al agredido, pero que fue allí porque tiene unos amigos y los estaba esperando y no portaba ninguna escopeta de pesca submarina. Cuando se encontró con el denunciante, éste lo quiso agredir y se marchó corriendo. Entonces cogió un arpón que estaba clavado a modo de estaca en una especie de jardín que hay junto al domicilio y se lo lanzó al denunciante.
El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) recibió la denuncia y se hizo cargo de la investigación. Recogió la escopeta de pesca submarina y, el sábado por la mañana, detuvo al sospechoso, acusado de tentativa de homicidio. La policía científica inspeccionó el arpón y no encontró restos de tierra, por lo que se descartó que el arpón estuviera clavado en el suelo como dijo el detenido.
Ayer, Vicente pasó a disposición judicial en los juzgados de Vía Alemania. El juez lo envió a prisión acusado de un delito de amenazas no condicionales, penado con hasta dos años de prisión.
El forense lo examinó para detectar si padecía algún tipo de trastorno y estaba obsesionado con su vecino, pero no detectó ninguna anomalía.