Una de las nigerianas identificadas. | Vasil Vasilev

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Por un día, la Platja de Palma se quedó sin prostitución callejera. Una gran redada conjunta entre el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local permitió la detención en la noche y madrugada de ayer de 15 meretrices nigerianas, mientras que otras 53 fueron identificadas.
A las once de la noche 28 policías -14 por cada Cuerpo- tomaron por sorpresa la Plaza de las Maravillas, en la primera y segunda línea del mar. Los agentes llegaron en furgones y motocicletas y sorprendieron a varias mujeres con los clientes, algunos de ellos en un parque y otros en callejones y parajes oscuros.
La Platja de Palma, sobre todo en aquel tramo, es un foco problemático de prostitución callejera y los hoteleros, comerciantes y vecinos llevaban tiempo pidiendo una intervención policial contundente. La prostitución conlleva hurtos, agresiones -en especial a turistas bebidos- y robos con violencia, por lo que la redada de ayer era una prioridad.
De acuerdo con los datos facilitados ayer por el 091 y el 092, la redada se prolongó de las once de la noche hasta las seis de la mañana y estuvo dirigida por un subinspector del CNP, que supervisó in situ todo el operativo.
De las 15 detenidas, seis ya tenían expediente de expulsión del territorio nacional, por lo que en los próximos días serán enviadas al CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Valencia y de ahí a sus respectivos países. A las otras nueve se les ha incoado expediente y en los próximos seis meses la Delegación del Gobierno las expulsará de la Isla y, después, del territorio peninsular.
Robos silenciosos
Las prostitutas nigerianas no tienen proxenetas ni chulos. Trabajan en grupos de féminas, son de gran corpulencia y una de ellas -el cebo- se ofrece a turistas borrachos. A los pocos minutos las otras compañeras rodean a la víctima y le roban la cartera. Normalmente este tipo de asaltos son humillantes para el varón, que no suele denunciar. Por eso se conocen como robos silenciosos.