Una joven británica de 21 años falleció, en la madrugada de ayer, después de ser atropellada por un vehículo frente a una discoteca en Sant Antoni de Portmany, en Eivissa.
En concreto, el trágico incidente tuvo lugar a las 03.25 horas frente al local Es Paradís, ubicado en la calle Salvador Espriu del municipio eivissenc, cuando la joven se encontraba cruzando la vía sin utilizar el paso de peatones, pese a que éste se encontraba próximo a ella.
Tras el siniestro, según explicó el concejal de Gobernación y Turismo de Sant Antoni, José Ramón Serra, 'Pilot', el conductor del vehículo, de 24 años, se dio a la fuga aunque horas después fue localizado por efectivos de la Policía Local, tras lo cual fue detenido y en las próximas horas está previsto que pase a disposición judicial.
Una vez arrestado, se le practicó el control de alcoholemia así como el drogotest, y en ambos casos dio positivo, tal y como señaló el regidor. El Ayuntamiento transmitió sus condolencias al Consulado Británico así como a la familia de la víctima, quien se encontraba de vacaciones en la isla.
4 comentarios
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Mi pesame a los familiares de la chica... y luego veo otro jovencito (y ya van un monton) al mando de un volante mamadito..qie raro verdad...??
Pues si t.g es una vergüenza estoy pensando en cagarla así tengo un techo mi comida caliente y una cama limpia y de la manera que estoy ni tengo cama ni como y vivo en la calle pidiendo limosna hay gente buena que ayuda a la gente como yo
Ebrio, drogado, se da a la fuga...., como mucho le echarán 2 años y luego a la calle. Estas son las leyes que tenemos y la culpa es de todos por aguantar que cuatro politicuchos nos digan lo que es correcto y lo que no. La cadena Perpetua no es "politicamente correcta", el castigar un hecho como este como un asesinato tampoco, el encerrar a los violadores de por vida tampoco....., porqué no nos preguntan a los ciudadanos que es lo que realmente queremos. En el peor de los casos se irá a la cárcel un par de años a bañarse en la piscina y ponerse como un toro en el gimnasio y, si encima viene a la cárcel de Palma, ahora el lumbreras del director les ha puesto cursos de boxeo. Es la leche, ya hasta les enseñamos a pegar. ¡Que vergüenza!