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La Policía Nacional, con la colaboración británica, ha interceptado en alta mar un catamarán cargado con 3.200 kilos de hachís, que partió de Mallorca rumbo a Marruecos y con destino final a Inglaterra, y ha detenido a sus dos tripulantes, que pertenecían a una red de narcotráfico a gran escala.

Esta actuación policial, que se ha producido poco después del abordaje de un velero con más de 1.500 kilos de cocaína también en alta mar, es una las 14 operaciones desarrolladas por la Policía española y la agencia británica Serious Organised Crime Agency (SOCA) en los dos últimos años, en las que se han incautado más de 17 toneladas de estupefaciente y han sido detenidas 170 personas.

Los dos tripulantes del catamarán abordado que han sido arrestados formaban parte de una red de narcotráfico a gran escala, integrada principalmente por ciudadanos británicos asentados en la Costa del Sol, que ha sido desmantelada en una operación internacional en la que también ha colaborado el Servicio de Aduanas francés.

En total, según informa la Dirección General de la Policía, hay 13 detenidos: diez en España y otros tres en Reino Unido, destino final de la droga.

En el abordaje del catamarán también ha colaborado la Agencia Tributaria, a bordo de cuya patrullera zarparon los agentes de la Policía Nacional para asaltar la embarcación, y, además de la droga, se han incautado 420.000 libras esterlinas, 100.000 euros y 20.000 dólares en varios domicilios en el Reino Unido.

Investigación

La investigación se puso en marcha durante los pasados meses de junio y julio, cuando la información aportada por los agentes españoles permitió la incautación en Glasgow (Escocia) de 3.000 pastillas de éxtasis y 27 kilos de resina de hachís, con cuatro detenidos; así como de 80 kilogramos de hachís en Londres (Inglaterra), donde fue arrestada otra persona.

A pesar de estas detenciones, la organización continúo con sus actividades criminales y la Policía Nacional descubrió que la mayor parte de la red, integrada por ciudadanos británicos, se encontraba asentada en la Costa del Sol.

Los investigadores averiguaron que el principal líder del grupo cumplía pena de prisión, desde donde dirigía las actividades del grueso de la red, y preparaba el transporte a Reino Unido de un importante alijo de hachís.

Los agentes establecieron un dispositivo junto a la Agencia Tributaria y una patrullera zarpó del puerto de Cádiz con el objetivo de localizar y abordar el catamarán una vez se hubiera realizado la carga de la droga.

En la operación fueron detenidos los dos tripulantes del catamarán, de nombre «Cariro II», que fue trasladado al puerto de Cádiz para su registro, y en cuyo interior se encontraron noventa fardos de hachís, con un peso total de 3.200 kilogramos.

Tras la incautación de la droga, se desarrollo un dispositivo para detener a los miembros de la organización de narcotraficantes, que culminó con otros ocho detenidos en España y tres en el Reino Unido.