La mina es utilizada habitualmente en prácticas del Ejército.

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A media tarde del pasado martes, un vecino del barrio de sa Gerreria de Palma alertaba al Seib-112 de que bajo su vivienda había un objeto sospechoso que aparentaba ser una bomba.

Según un testigo presencial, la mina antipersona se encontraba en el interior de un carrito de supermercado, completamente lleno de chatarra y atado en la calle Pes de sa Farina, de sa Gerreria de Palma.

Rápidamente se activó el protocolo de actuación establecido para estas situaciones y se desplazaron varias unidades del Cuerpo Nacional de Policía a la zona. Tras habilitar un perímetro de seguridad y, ante las evidencias de que el artefacto fuese real se dio aviso a los expertos en explosivos (TEDAX). A su llegada, los artificieros comprobaron la autenticidad de la misma y decidieron llevársela a las dependencias policiales.

Según las primeras investigaciones realizadas por los agentes responsables del caso, todo apunta a que podría tratarse de un indigente que se dedica a la recogida de chatarra quien, por error o desconocimiento, introdujera la mina antipersona en el interior del carrito. Una vez analizada la mina antipersona por los expertos artificieros de la Policía Nacional se llegó a la conclusión de que se trata de un artefacto utilizado habitualmente por el Ejército español para realizar prácticas militares. Las mismas fuentes policiales, a las que ha tenido acceso Ultima Hora, destapan que la mina antipersona era real, pero que inerte, es decir, que no disponía de carga explosiva dispuesta para detonar.

Los agentes centran sus esfuerzos en tratar de localizar al propietario del carrito de la chatarra con la finalidad de que les informe del lugar exacto donde recogió el explosivo.

La presencia policial en el barrio despertó una gran expectación entre los vecinos, que se alarmaron ante la posibilidad de que el explosivo detonase.