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La madre del niño de la maleta, Mónica Juanatey, ha pasado hoy a disposición judicial a tenor de la acusación inicial de la policía, que conforme a los primeros resultados de la investigación considera que es la presunta autora de un delito de homicidio doloso por haber matado al niño de forma voluntaria y a sabiendas de que su conducta le podía producir la muerte. Las penas a las que se enfrenta en caso de que se pruebe su culpabilidad van de los 8 a los 25 años.

A la espera de que el Grupo de Homicidios ofrezca hoy más detalles sobre el caso, este diario se puso en contacto ayer con diversos vecinos y con el propietario de la vivienda donde residía la detenida, quien reveló que, curiosamente, Mónica había anunciado que abandonaba su casa días antes de ser detenida.

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Mónica entró a vivir junto al que, decía, era su marido en el número 91 de la calle Sant Llorenç de Maó el pasado mes de marzo, pagaba el alquiler puntualmente y el único motivo que expresó para abandonar el inmueble es que querían trasladarse a una casa en el campo para que el perro de grandes dimensiones que tenían (y que ayer se mostraba visiblemente excitado y rodeado de excrementos) disfrutase de más espacio.

Días después de haber comunicado al propietario que abandonaba la casa, cinco agentes de paisano del Grupo de Homicidios se la llevaron en un coche sin esposar y, según el relato de una vecina, esperándose a que en ese momento no pasase nadie por la calle.