La madre se muestra incrédula por lo ocurrido y muestra la documentación. | Víctor Malagón

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Marina tendría que ahorrar mucho en chucherías para pagar la deuda que le exige una empresa de telefonía a sus apenas siete años de edad. La sorpresa en una familia de es Pil·larí esta semana ha sido tremenda cuando recibieron una citación para ir a un acto de conciliación -previo a un juicio- en el que se citaba a la niña. La madre, Marina Urrea explica su incredulidad: «Todavía si hubiera sido a la mayor, que tiene 19 o al mediano, pero a la chiquilla».

La madre señala que hace dos años negoció con un distribuidor de Vodafone para instalar fijo y móvil en la panadería que gestiona la familia, el Forn d'es Pil·larí. «Al final decidí no ponerla y no firmé ningún contrato ni ningún papel».

Error

Ahora le llega el aviso de impago de tres facturas de entonces que suman 693,55 euros. Pero una discusión burocrática con una compañía que reclama una factura se haya contratado o no, no viene a su su nombre sino al de la niña. El error se puede atribuir a que la empresa tiene como nombre el apellido del padre y de la madre de la menor, que también comparte nombre con la niña. En todo caso, Urrea cree que el fallo demuestra que ella no firmó el contrato, dado que no tienen sus datos de forma correcta.

Cuando recibió la citación para su hija, Marina acudió a su sucursal bancaria. Allí le dieron un motivo más de preocupación. Como la telefónica reclama a la niña una deuda desde hace dos años -es decir, cuando la menor tenía cinco años- es posible que le hayan dado de alta en algún registro de morosos. «Lo único que quiero es que limpien el nombre de mi hija, no puede ser que con siete años esté en una lista y que luego le pueda suponer un problema cuando sea mayor», exclama la madre con un notable enfado contra la compañía.