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La Policía Judicial de la Guardia Civil de Pollença ha detenido en las últimas horas a seis de los siete menores implicados en la supuesta agresión sexual a un niño de 11 años en el Port d'Alcúdia. Las diligencias siguen abiertas y hoy está previsto que la Fiscalía de Menores reciba toda la documentación policial sobre el caso y adopte las medidas oportunas.

El miércoles se practicó la primera detención y hasta ayer por la tarde fueron arrestados otros cinco acusados, con lo que el número total de detenidos asciende a seis. Se trata de estudiantes que tienen entre 14 y 17 años, a los que los agentes les leyeron sus derechos en presencia de sus padres. Acto seguido, ya que son menores, todos ellos fueron puestos en libertad.

Cuatro delitos


Tal y como adelantó en exclusiva Ultima Hora, los hechos ocurrieron el pasado sábado, en la Avenida Tucán, a las cinco de la tarde. Los delitos que la Benemérita imputa a los estudiantes son los de agresión sexual en grado de tentativa, coacciones, amenazas y lesiones.

El grupo de menores de origen sudamericano engañó al niño de 11 años que jugaba con una pelota y se lo llevaron a un paraje apartado, cerca de una conocida discoteca del Port d'Alcúdia. Allí lo sometieron a humillaciones de carácter sexual y después lo introdujeron en un contenedor de basura y comenzaron a darle vueltas, hasta que el niño salió completamente mojado y sucio del cubo.

Uno de los acusados ha confesado que grabaron la brutal agresión con un teléfono móvil y que tenían la intención de colgar el vídeo en internet, en concreto en Youtube. Sin embargo, no llegaron a difundirlo en la red.

El niño quedó sumido en un estado de 'schock' y cuando su madre lo encontró no podía parar de llorar y no articulaba palabra. Al final, acabó por contar el suplicio al que le habían sometido los siete estudiantes a los que conocía de vista, ya que todos son vecinos de Alcúdia.

La mujer y su hijo se trasladaron al cuartel de Pollença e interpusieron una denuncia. En las horas siguientes todos los implicados fueron identificados y un parte médico confirmó que el niño presentaba contusiones y abrasiones en distintas partes del cuerpo.

Al principio, los acusados intentaron negar las imputaciones, pero al final uno a uno se fueron derrumbando y acabaron por confesar que le habían bajado los pantalones, lo habían vejado y lo habían dejado encerrado en un contenedor de basura. Todo ello grabado con un teléfono móvil de uno de ellos.

El caso destapado por este diario ha causado un gran impacto en Alcúdia, donde muchos vecinos han pedido que se adopten medidas para que los graves hechos ocurridos el sábado no queden impunes.