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Palma y Andratx realizaron ayer varias concentraciones en señal de repulsa y condena por la trágica muerte de Ainhoa, la niña de tan sólo 8 años de edad que falleció el pasado sábado fruto de una brutal paliza.

En Andratx, a las doce del mediodía el consistorio, funcionariado y el alcalde Llorenç Suau guardaron un respetuoso minuto de silencio en recuerdo de la pequeña.

Por su parte, algunos regidores del Ayuntamiento de Palma, encabezados por el alcalde Mateu Isern hicieron lo propio frente al edificio de Cort.

La última muestra de repulsa se produjo, a las 17.30 horas, en el Parc de sa Riera. Bajo el lema de: 'Yo también soy Ainhoa'. Durante el acto, todos los niños que asistieron lucieron una máscara de color blanco en apoyo a la menor fallecido y en repulsa de los malos tratos.

Carmen Artero, que en enero de 2012 creará la Fundación Indic para proteger al menor, fue la encargada de preparar a título personal este acto y ha asegurado que «la sociedad tiene que mostrar su indignación ante un hecho tan desagradable».

La Asociació de Pares de Família Separats de les Illes Balears a través de un comunicado explicaron que «como padres que somos resulta innegable que la muerte de una niña indefensa nos afecta profundamente y estamos convencidos que hay que buscar la forma de poder prevenir hechos tan terribles», concluyen.

Varios lectores se han puesto en contacto con nuestro diario para expresar su malestar ante los mecanismos de control que no supieron alertar a tiempo las agresiones recibidas por varios menores fallecidos en las islas. En 2006, el caso de Miguel Àngel, un niño rumano adoptado ingresó en coma en el hospital y su madre fue condenada. En Menorca, César fue ahogado en la bañera de su casa.