Los bomberos colocan en el interior de la camilla a la mujer herida. A la derecha, junto a un perro, el joven que descubrió por casualidad a la septuagenaria que se cayó. | Vasil Vasilev

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Una mujer de 76 años de edad pasó catorce horas malherida en el torrent Gros, entre Palma y Marratxí, tras caer por accidente al cauce seco. Ya deshidratada y en estado muy delicado, un joven que paseaba con su perro la encontró en la noche del sábado al domingo. Una casualidad que le salvó la vida.

«Escuché unos gemidos, me acerqué y encontré a esa mujer herida». Con estas palabras explicó el joven el hallazgo a los equipos de emergencia, a las 22.00 horas. Mucho antes, a las ocho de la mañana, la señora había salido de su casa, como otros tantos días.

Despeñada

La víctima caminaba por el borde del torrent Gros, al final de la calle Aragón, y por accidente tropezó y rodó por una pendiente hasta el cauce sin agua. Con la mala suerte de que quedó tendida en una zona de hierbas altas, de unos dos metros de altura, con una pierna rota y conmocionada.

Desde la calle no era visible, y la mujer apenas podía gritar debido a sus lesiones. Además, no llevaba el teléfono móvil encima. Las horas fueron pasando muy lentamente para la mujer despeñada, que estaba expuesta al sol continuamente.
Su familia parece ser que se movilizó en su búsqueda, pero en realidad no sabían donde buscar porque a esas alturas nadie sabía todavía que la mujer se había precipitado al cauce del torrente.

Cayó la noche, y un joven salió a pasear con su perro dálmata. Buscaba un tipo de semilla para unos pájaros y se adentró en el torrente. A lo lejos, le llegó un gemido. Se acercó más y finalmente descubrió que se trataba de la señora malherida, que no podía moverse ni casi articular palabra. Afortunadamente, por la fractura abierta de peroné que había sufrido no había sangrado mucho. De lo contrario, habría fallecido desangrada.

Bomberos, sanitarios y policías acudieron al cauce y rescataron a la víctima, tras inmovilizarla sobre una camilla especial. Habían finalizado catorce horas eternas en un cauce seco. Y al sol.