La Guardia Civil del puesto de Santa Margalida realizó un espectacular despliegue y controló las entradas y salidas. | Julio Bastida

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Un amplio dispositivo policial consiguió neutralizar con gran éxito la avalancha de más de 4.000 jóvenes que acudieron a la llamada realizada a través de redes sociales de un macro botellón en Llubí. Con motivo de las fiestas de Sant Feliu, desde hace un par de años, los jóvenes protagonizaban numerosos incidentes, orinaban por la calles, dejaban toneladas de basura y perturbaban la tranquilidad del municipio. Además, en ediciones anteriores se detectó un importante consumo de drogas por parte de algunos de los participantes, especialmente los llegados de fuera. Por este motivo y, para evitar incidentes y altercados similares a los ocurridos en pueblos vecinos, se decidió organizar un dispositivo especial de control y vigilancia.

Más de 25 agentes de la Guardia Civil del destacamento de Santa Margalida y de las policías locales de Sant Joan, Sencelles, Maria de la Salut, Sineu, Llubí y Sant Joan, perfectamente coordinados se encargaron de velar por la seguridad. A la entrada y salida del municipio se montaron controles, se registraron vehículos y con ayuda de perros adiestrados se localizaron drogas y se levantaron actas. Un éxito sin precedentes en la seguridad del Llubí.