La sentencia señala que en este caso «no existen indicios razonables de la existencia de una situación de ‘mobbing'». Así, en primer lugar recuerda que el Ajuntament no se mantuvo en un actitud pasiva ante los hechos sino que, ante la denuncia de la agente, puso en marcha una investigación interna que, posteriormente cerró. Además los testigos que acudieron al juicio negaron la existencia de violencia psicológica y la psicóloga judicial afirmó que la denunciante: «Es desconfiada, intransigente, suspicaz y controladora».
Todo lo que ve probado el magistrado es la existencia de problemas extralaborales entre la agente y su superior que tuvieron consecuencias en el ámbito laboral. Así, ante la situación creada, el Instituto Balear de Seguridad Pública, recomendó trasladar a ambos trabajadores municipales a otro puesto.
4 comentarios
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yo creo que si no se conoce exactamente lo que sucedio mejor dejar la boquita cerrada,no entran moscas y ademas estais mas guapos.lo digo con cariño.
"Problemas extra-laborales"...
Estaban liados y ella creía que obtendría trato de favor en su trabajo. Excelente definición la de la psicóloga judicial. Y pensar que la susodicha agente nos a de proteger...
Sinó claro un jutge se posarà en contre de un jefe de se policia, que sap on se colga es dimoni. I que després se trobi roba estese si, si.