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El padre de Marta del Castillo, Antonio del Castillo, ha afirmado hoy que la Policía está desarrollando una investigación sobre algo «muy importante» desde hace unos veinte días, pero que no puede dar ningún detalle para no desvelar algo que no debe.

En declaraciones a los periodistas antes de la undécima sesión del juicio por la violación y asesinato de la joven sevillana, Del Castillo ha dicho que se trata de «algo muy positivo» y que no puede «hablar de ese tema» aunque todo lo que investigue la Policía lo ve «favorable».

A este respecto, la madre, Eva Casanueva, ha puntualizado que incluso no le quiere contar nada a ella, para que no tenga «unas esperanzas que se tornen otra vez en desesperanza», por lo que desconoce «por dónde van los tiros».

Sobre una posible investigación para ver la implicación en la muerte de Marta de Francisco Javier Delgado, hermano del asesino confeso Miguel Carcaño, Antonio Del Castillo ha dicho que tras la declaración de la menor de Camas, exnovia de Carcaño, «nadie aseguraba que Marta estuviera muerta en aquel momento».

«Realmente no hay nadie que pueda certificar una muerte en estos imputados», ha añadido Del Castillo, quien ha considerado que «sería conveniente cambiar las imputaciones a todos por homicidio», aunque ha apuntado que se trata de algo que «tiene que investigar la Policía».

En relación a la declaración hoy como testigo del padrastro de la menor de Camas, que tenía relación con un crematorio de animales, ha indicado que la Policía le dijo en su día que eso se había investigado y que era «muy complicado».

En este sentido y preguntado por si el crematorio podía haber sido utilizado para hacer desaparecer el cuerpo, Del Castillo ha declarado que existía esa posibilidad porque «por aquella zona hay un crematorio de animales» pero ha señalado que no sabe «hasta qué punto era accesible o no» para los acusados.

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Suicidio

Por otra parte, un preso compañero de Miguel Carcaño ha asegurado hoy que el asesino confeso de Marta del Castillo intentó suicidarse en la prisión de Morón de la Frontera (Sevilla) colgándose del cuello con una cuerda, aunque ha matizado que tocaba el suelo con los pies.

El testigo, ahora en libertad, fue designado junto a otro interno para evitar que Carcaño se suicidara cuando entró en prisión, y en su testimonio ha afirmado que abrió la puerta del servicio y vio a Carcaño sentado, pero luego oyó, junto a un funcionario de prisiones, ruidos guturales.

En esos momentos el funcionario, otro preso y él abrieron la puerta precipitadamente y lo vieron colgado de una cuerda que cortó el funcionario, ha asegurado el entonces preso tras precisar que Carcaño estaba «un poco rojo» y llegaba al suelo con los pies.

Este antiguo preso ha recordado que Carcaño escribió una carta aunque ha negado que le manifestara previamente sus intenciones de suicidarse, y ha agregado que él le decía: «Siempre dices las mismas cosas, engañando siempre».

Otro testigo que ha declarado en la undécima sesión del juicio, Juan M.F., compañero de la madre de Rocío, con la que vivía en esa época Carcaño, por su parte, ha afirmado que lo echaron de la casa de Camas (Sevilla) porque sufrían «mucha presión» debido a las informaciones que aparecían sobre el caso.

«La gente nos miraba y no podíamos aguantar más», ha dicho el testigo después de afirmar que cuando le preguntaba a Carcaño sobre lo ocurrido se limitaba a «agachar la cabeza» y no le daba ninguna respuesta.