Los hechos arrancan en julio del año 2010. El bebé padecía una extraña enfermedad genética que le provocaba hemorragias en el cerebro. Lo que en otro caso hubiera sido un susto terminó con la niña en coma en Son Espases. Los médicos que examinaron al bebé concluyeron que los daños que sufría eran compatibles con unos malos tratos. Los facultativos creían estar ante el conocido como 'síndrome del bebé sacudido'. Dieron la alarma. El Consell Insular intervino, declaró el desamparo de los tres hijos de la pareja y asumió su tutela. A la vez se inició una investigación penal por presunto maltrato. Mientras ocurría todo esto, el estado de la niña no mejoraba. De hecho permaneció en coma hasta que falleció en el mes de marzo de 2011, siempre bajo la tutela de las administraciones y con sus padres bajo sospecha.
La defensa de la pareja, a cargo del letrado Pablo Alonso de Caso aportó varios testimonios que aseguraban que el comportamiento de los dos imputados con las niñas eran las de unos padres «preocupados y disciplinados». Así, el pediatra que había atendido a las menores señaló que nunca presenció ningún conato de maltrato y que el equipo que las trataba nunca había detectado nada extraño. A estas declaraciones se unió el complicado historial médico de las menores. Las dos hermanas mayores de la fallecida tenían diagnosticada una rara enfermedad congénita de la sangre. Esta anomalía aún no le había sido detectada a la menor cuando ocurrieron los hechos. Sin embargo, un nuevo informe del equipo médico pediátrico de Son Espases fue clave para exculpar a los padres: «No podemos concluir de forma definitiva que la causa de las lesiones que la niña presentaba fueran debidas a maltrato infantil».
6 comentarios
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LA justicia,actua muy INJUSTAMENTE,TAMBIEN CON EMPRESARIOS Y POLITICOS.PRUDENCIA es lo que necesitamos con unos medios de comunicacion como tan agresivos
Creo que antes de dar la noticia al pueblo de este tipo de cosas, que de porsí son desoladoras para los padres, los hospitales o a quien les corresponda saberlo, deberían callarse en secreto de sumario, hasta tanto no se sepa la verdad, porque el daño que tenían los padres más el que se les ha hecho no tiene nombre.
Creo que todas las palabras del mundo no alcanzan para calmar tanto dolor sufrido , hoy se hizo justicia,pero nada de esa justicia va a compenzar el dolor causada y esperar tanto tiempo para que el mundo se entere de una inosencia que se sabia y que intentaron tapar habiendo antecedentes en los otros menores de la enfermedad genetica ,quien devuelve ahora el mal echo a toda la familia ,en que nos estamos convirtiendo que mundo pensamos dejar a nuestros niños ,han destruido familias y ahora que???? Fuerza y a peliar por el mal echo... esos padres merecen mas justicia..
Animo a los padres, y mi mas sincero pesame por la perdida de su hija, hay que ir con mucho cuidado cuando se trata de temas asi y estar muy seguro de lo que se acusa, seguramente ya han destrozado la vida de estos padres, animos y a levantarse
¿Y ahora quién compensa a estos padres, injustamente acusados, por no haber podido estar con su hija enferma, con sus otras hijas que también los necesitan, señalados como maltratadores cuando sólo son personas marcados por una rara y desgraciada enfermedad? ¿No podian haber consultado el historial familiar cuando ellos lo indicaron? Como siempre, han pagado justos por pecadores. Ánimo para esta familia que puede haber quedado marcada de por vida.
Enhorabuena a los padres; tambien al letrado que pudo demostrar que no habian malos tratos... Imaginen lo duro que ha sido para estas personas; y ahora: ¿quien paga tanto desastre sicológico?, una hija muerta y la administracion que enjuicia a los padres; se les va la olla... de mas los comentarios...