Personal sanitario atiende a uno de los heridos en el incendio ocurrido en una cárcel de Honduras, en el que han fallecido más de 350 personas. | STRINGER

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Un enorme incendio en una prisión de Honduras provocó la muerte de más de 350 reos que quedaron atrapados en sus celdas, en la última tragedia de este tipo en la nación centroamericana azotada por la más alta de homicidios en el mundo y que sufre una sobrepoblación carcelaria.
La fiscalía general dijo que al menos 356 reos y una mujer habían fallecido por el incendio que comenzó en la noche del martes en la prisión situada en la ciudad de Comayagua. Las autoridades valoran dos hipótesis sobre las causas del incendio: un cortocircuito en el sistema eléctrico o que un prisionero haya prendido fuego a un colchón.
La cárcel, una granja penal que no era de máxima seguridad, alojaba a más de 800 prisioneros, casi el doble de su capacidad. Muchos de los reos purgaban penas relacionadas con el crimen organizado.
El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, anunció la destitución de los responsables de administrar las cárceles en el país.