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Una joven resultó ilesa de milagro al ser apedreada desde un edificio cuando acababa de aparcar su coche en la zona centro de Palma. El vehículo sufrió daños en el morro y la luna delantera, que quedó fracturada, a causa del impacto de una pedrada. La perjudicada ha presentado la correspondiente denuncia ante la Policía Local de Palma. Una patrulla se desplazó al lugar y los agentes subieron a varios pisos desde los que supuestamente se habían lanzado las piedras, en la confluencia de las calles Vinyassa y Bisbe Maura, pero nadie les abrió.

El suceso tuvo lugar el jueves por la mañana. La perjudicada aparcó su coche frente al número 23 de la calle Vinyassa. La joven escuchó un fuerte impacto y bajó del vehículo para ver si había dado algún golpe en una rueda. Mientras estaba al lado del turismo le cayeron varias piedras más, del tamaño de un puño. Una de ellas le pasó a pocos centímetros de la cabeza. «Si me llega a dar me mata, las piedras venían con tanta fuerza que se partían al dar contra el suelo», explicó la joven.

Un conductor que estaba aparcando delante en ese momento bajó la ventanilla y le dijo: «nos están tirando piedras», y acto seguido aceleró y se marchó del lugar. Un controlador de la ORA que presenció la caída de las piedras indicó a la joven que se refugiara en el portal del edificio para que no resultara herida, y llamó a la Policía Local.

Una patrulla se personó en la calle Vinyassa. Los agentes subieron a los pisos desde donde supuestamente se habían lanzado las piedras, en una finca en la esquina de las calles Vinyassa y Bisbe Maura, que tiene entradas por ambas calles, pero no pudieron identificar a los autores. Delante y al lado de esta finca hay un colegio y un instituto en los que no había nadie.

La perjudicada se desplazó después al cuartel de la Policía Local y formalizó al denuncia, con el consuelo de haber salido ilesa pero con sensación de pavor y el hecho de tener que pagar los daños en el vehículo.