1 de 2 | Imagen facilitada por la Guardia Civil del material incautado. | Guardia Civil

Robo

2 de 2 | Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor en un momento de la operación «Mil y una noches». | Guardia Civil

Robo
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Javier JiménezManacor21/04/12 0:00
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La Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor ha asestado un duro golpe a la venta de joyas robadas. Los agentes, en una operación bautizada «Mil y una noches», han detenido a catorce personas y han esclarecido 55 robos en casas de campo de Mallorca. La banda estaba formada por menores magrebíes, que después de sustraer joyas en las viviendas las vendían en casas de empeño. Dos de estos negocios han sido registrados. La operación se inició el pasado mes de julio, ante el alarmante número de asaltos a viviendas de Petra, Vilafranca, Felanitx, Calonge, Sant Llorenç, Son Servera y Artà. A lo largo de estos meses, la Policía Judicial ha ido siguiendo la pista de una gran cantidad de joyas robadas y estas últimas semanas llevó a cabo la fase final de la operación.

Los investigadores descubrieron que la banda la formaban menores marroquíes, que hacían alarde de manejar importantes sumas de dinero. Los chavales entraban en las casas deshabitadas, las desvalijaban y después ponían en marcha la forma de «blanquear» esas joyas de origen ilícito. Para eso utilizaban a adultos, a los que previamente pagaban una «gratificación». Esos mayores de edad hacían de taxistas de los muchachos y los acompañaban a locales de compra venta de joyas de Palma o Manacor. En algunos de estos negocios, los dueños o empleados estaban compinchados y aceptaban el oro a bajo precio, que luego ponían a nombre de personas que legalmente habían vendido alhajas recientemente. Así pues, con el DNI fotocopiado de un vendedor legal, le adjudicaban hasta veinte ventas. Los agentes dudaron de tantas operaciones, contactaron con esos vendedores, y confirmaron que sólo habían hecho una visita a los establecimientos.

La dueña de un local de Palma, llamada Consuelo R.A., fue arrestada en la operación, al igual que un empleado de un establecimiento de Manacor. También se han intervenido 850 gramos de oro y una gran cantidad de alhajas y joyas. Sin embargo, la mayoría de las piezas robadas han sido ya fundidas, ya que los locales las tienen sólo 15 días en depósito.