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Desde pasadas la una y hasta las cuatro y media de la madrugada de ayer se llevó a cabo otra redada contra la prostitución callejera en distinto puntos de Magaluf. En el dispositivo intervinieron quince policías locales y seis guardias civiles, y se identificó a un total de 25 mujeres jóvenes, la inmensa mayoría de color. Las que no tenían la documentación en regla eran trasladadas a dependencias policiales, mientras que a las otras se las dejaba libres.

Las chicas fueron localizadas en lo que los policías ya califican como «los puntos de siempre», cercanos a locales muy concurridos o, por ejemplo, a la calle Punta Ballena, de donde salen turistas con varias copas de más, y que son las presas de las chicas.

La Policía Local y la Guardia Civil calcula que, hoy por hoy, hay unas 90 mujeres que se reparten por las distintas zonas turísticas del término municipal para ejercer la prostitución callejera. Una actividad, empero, que en muchas ocasiones lo que esconde es el hurto de las carteras a los turistas. Las chicas actúan casi siempre en grupo cuando divisan a su presa, y después de que una lo aborde y le quite la cartera, se la pasa enseguida a otra y el grupo sale corriendo del lugar. Un hecho así ocurrió hace un par de noches en la avenida de s'Olivera, con un turista británico que acababa de sacar 400 euros de un cajero automático. El turista tenía que celebrar con unos amigos la despedida de soltero, pero una joven se las apañó para coger el dinero, dárselo a una amiga, y cundo fue detenida por los propios turistas y entregada a la policía, ya no tenía el dinero en su poder.