La Policía Local de Palma procedió, en la madrugada de ayer, al cierre y posterior precinto de la discoteca ‘Mangú', hasta hace unos meses denominada ‘Vips', por falta de medidas de seguridad.
Sobre la una y media de la madrugada, un operativo policial integrado por más de 20 agentes del GAP (Grup d'Actuació Preventiva), UII (Unitat d'Intervenció Immediata) y Patrulla Verde, irrumpieron en el citado local.
Una vez dentro, obligaron a los empleados a bajar la música y sacaron a todos los clientes a la calle. En ese momento, en el interior del local había unas 80 personas, todas ellas sudamericanas.
Quejas
La Policía Local de Palma tenían constancia de que el citado local de ocio nocturno está catalogado como conflictivo dado que sobre el mismo había más de un centenar de quejas vecinales.
«Cada día hay peleas. Los sudamericanos que acuden a esa discoteca salen totalmente borrachos y en plena calle Manacor se ponen a gritar, insultarse y se agreden con botellas, cristales, cuchillos o lo primero que tienen a su alcalce», añade uno de los vecinos de la zona que prefiere mantener su anonimato para evitar represalias.
Los residentes del lugar llevan presentando denuncias y quejas ante la policía desde hace varios meses. De hecho, también se quejan de que los clientes orinan en los portales o de que se ponen a vomitar entre los coches. Durante el dispositivo policial, los agentes localizaron clientes con sustancias estupefacientes prohibidas y levantaron las correpondientes actas que serán remitidas a la Delegación del Gobierno de Balears.
Por otra parte, la Patrulla Verde realizó una exhaustiva revisión del establecimiento y detectó que carecía de las correspondientes medidas de seguridad que establece la normativa. De hecho, parece ser que la salida de emergencia estaba bloqueada poniendo en peligro la evacuación de los clientes en un supuesto caso de emergencia.
Ante dichas deficiencias, la Policía Local de ordenó el cierre y el precinto del local.
Droga
Al mismo tiempo, durante el operativo policial los agentes localizaron varias papelinas de cocaína, marihuana y hachís esparcidas por el suelo de la discoteca. Los policías actuantes sospechan que cuando los clientes les vieron entrar, para evitar ser sancionados, trataron de evitar ser sorprendidos con la droga en su poder.
