Imagen de un accidente ocurrido el año pasado en las carreteras de Mallorca. | V. VASILEV

TW
1

Baleares ha sido la segunda comunidad autónoma donde más ha aumentado la siniestralidad de tráfico en 2012 en comparación con el año anterior, con un 22 % de incremento y un total de 45 muertos, solo por detrás de Navarra, con un aumento del 33 % y 32 víctimas mortales.

En total, 1.304 personas han perdido la vida en las carreteras españolas durante el pasado año, lo que significa una reducción del 12 % respecto a 2011, es decir, 180 fallecidos menos.

Por segunda vez consecutiva, la cifra de fallecidos baja de 1.500 y se sitúa en los niveles de 1960, cuando murieron 1.300 personas en las vías interurbanas, aunque en esa fecha había un millón de coches y 2,2 millones de conductores. Hoy, 31,4 millones de vehículos circulan por las carreteras en manos de 26,2 millones de conductores.

Así lo han señalado en rueda de prensa el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y la directora general de Tráfico, María Seguí, quienes se han felicitado por estos resultados, aunque han incidido en que todavía hay «1.304 razones» que obligan a Interior a «seguir trabajando» para reducir la siniestralidad.

Esta cifra corresponde a los muertos en las 24 horas siguientes al accidente, por lo que será mayor cuando se computen los fallecidos a treinta días.

En los 1.179 siniestros mortales, otras 6.161 personas resultaron heridas graves, frente a las 7.069 de un año antes.

Según los datos de Tráfico, el año recién acabado contabilizó una media de 3,6 fallecidos en accidente de carretera al día, que supone ocho muertos cada día menos que en el año 2000.

Por autonomías, la siniestralidad descendió en todas (más en La Rioja, Cantabria y Murcia y menos en Cataluña), salvo en Navarra, Baleares, País Vasco y Asturias, donde el número de fallecidos creció respecto a 2011 un 33, un 22, un 7 y un 3 %, respectivamente.

El 77 % de las muertes se produjeron en carreteras convencionales y el 23 % restante en autovías y autopistas, si bien en todas las vías descendió la mortalidad, más en las autovías (un 14 %).

La primera causa del accidente mortal ha sido la salida de la vía y, de hecho, una de cada dos personas fallecidas en las carreteras de alta capacidad murió como consecuencia de este tipo de accidente.

Un total de 128 peatones fueron atropellados y es esta incidencia la segunda causa de muerte en las vías de alta capacidad y la cuarta en las convencionales. En estas últimas, la segunda causa es la colisión frontal.

En todos los grupos de edad disminuyó la mortalidad, salvo entre los menores de 14 años, un tramo en el que la cifra de fallecidos creció un 13 %.

Fernández Díaz se ha referido a estos datos y ha asegurado que cuesta más reducir la siniestralidad a medida que la edad avanza, ya que entre los 15 y los 24 años el número de víctimas se redujo un 25 % y entre los de más de 65 años sólo un 1 %.

Los responsables de Interior han dejado claro que, sin criminalizar a los mayores, se deberán adoptar medidas en diferentes ámbitos para mejorar ese dato, como por ejemplo incentivar el cambio o la revisión de los coches que manejan porque suelen ser antiguos.

El informe recoge datos de uso de elementos de seguridad, como el cinturón, que no llevaba puesto en 22 % de los fallecidos, aunque esta proporción ha mejorado, puesto que en 2001 no lo portaba el 41 %.

Del total de fallecidos, 47 eran ciclistas, 33 conductores de ciclomotor y 188 de motocicletas.

Fernández Díaz ha hecho hincapié en la necesidad de usar el casco y ha lamentado que en las poblaciones pequeñas hay una «tendencia y una cultura tolerada por las autoridades locales» a no usar este elemento.

«Una permisividad muy mal entendida» que Tráfico quiere atajar a través de una intensa campaña en colaboración con los ayuntamientos, ya que se ha comprobado que uno de cada tres conductores de ciclomotor muertos no llevaba el casco, frente al 4 % en las motocicletas.

De las pruebas de alcoholemia realizadas hasta octubre, un 2 % dio positivo, mientras que el 5% de los coches controlados por radar circulaba a más velocidad de la permitida en autopistas y autovías y el 10 % en las convencionales.

Los viajes de largo recorrido descendieron un 4,5 %, entre otras causas por la crisis económica, como ha reconocido el ministro, que ha resaltado, no obstante, que la siniestralidad se ha reducido en mayor proporción, y eso a pesar de que las familias han reducido el gasto en coches nuevos y mantenimiento y las administraciones en mejora de las carreteras.