El fallecimiento se produjo sobre las 12.05 horas de ayer en el número 23 de la calle Rosselló i Caçador, de Palma, frente al Banc de Sang de les Illes Balears. | Vasil Vasilev

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Agentes del Cuerpo Nacional de Policía procedieron a la detención de un hombre de 82 años de edad, Antonio L., y de su hijo de 20, Antonio L., por la muerte de una mujer de 60 años en un piso de Palma.

Los hechos se produjeron en torno a las 12.05 horas de ayer, en el octavo piso del número 23 de la calle Rosselló i Caçador, justo enfrente del Banc de Sang de les Illes Balears.

Rápidamente, agentes del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron hasta el lugar de los hechos, junto a un médico del 061 y la comisión judicial.

Tras certificar el facultativo la muerte, se inició una exhaustiva investigación de lo ocurrido.

En un primer momento, el marido de la fallecida y los hijos apuntaron que todo había sido un trágico accidente. Relataron a los investigadores que la víctima se había caído en el salón de su casa y golpeado la cabeza contra un jarrón. Como consecuencia del fuerte impacto, la mujer se abrió la cabeza y murió desangrada sin que nadie pudiera hacer nada por salvarle la vida. Los investigadores tenían dudas sobre lo acontecido y hasta el lugar del suceso se desplazaron el comisario de la Policía Judicial, Antoni Cerdà y el inspector jefe de la Policía Científica, Miguel Feijó. Padre e hijo fueron conducidos hasta dependencias policiales donde fueron sometidos a un intenso interrogatorio.

Por otra parte, el médico forense, al practicarle la autopsia detectó señales de defensa en los brazos y lo comunicó de inmediato a la policía.

En las versiones, los varones cometieron algunas contradicciones y finalmente se llegó a la conclusión de que la muerte fue violenta.

Ahora, la policía trata de esclarecer quién de los dos, padre o hijo, pudo ser el autor material y quien el encubridor.