El Lobby de Dones ha protestado contra el último crimen de género ocurrido en Palma. | Alejandro Sepúlveda

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En coma y en prisión. El juzgado de guardia ordenó ayer el ingresó en la cárcel de Mustapha Merzoug. El detenido se encuentra en Son Espases después de intentar suicidarse tras el crimen. Al haber transcurrido ya 48 horas de su detención y, a pesar que no ha podido declarar ante el juez, se tomó la decisión de ordenar prisión provisional que será efectiva una vez tenga el alta. Merzoug está imputado de un delito de homicidios.

El Grupo de Homicidios de la policía sostiene que el marroquí de 40 años de edad, cogió un cuchillo de cocina de mango negro, se dirigió al baño de la vivienda, asestó una única puñalada en el abdomen que afectó a los órganos vitales y falleció en el instante. El propio acusado dio esta versión a los agentes al entregarse. Después, cogió el cuerpo sin vida de Soledad, se lo llevó a su cama, la tapó con una manta y abandonó el inmueble. Instantes después, llamó a un taxi y le dijo al conductor que le condujera a la comisaría de la Policía Nacional del Passeig de Mallorca. El marroquí aprovechó para tomar unas bolas de sosa caustica o salfumán y entregarse a los agentes. Minutos antes de confesar su crimen, Mustapha se tiró al suelo, rezó frente a la Jefatura de Policía y pidió perdón por lo que había hecho.

El arrestado no tenía ningún antecedente por violencia de género, pero sí que pesaban sobre él dos detenciones anteriores por lesiones, estafa y daños. La Policía Nacional fija la hora del crimen entre las tres y las cuatro de la tarde.

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Por otra parte, durante toda la jornada de ayer se sucedieron las muestras de repulsa y condena por la muerte de Soledad.

Cerca de 80 personas, entre ellas numerosas autoridades, se concentraron, a las doce del mediodía frente a Cort para guardar un respetuoso minuto de silencio en memoria de la segunda víctima de violencia de género en Balears en lo que va de año, Soledad A. C., una mujer de 34 años que fue asesinada el pasado domingo en la calle Aragón, de Palma.

Tras mostrarle sus condolencias a la familia, el alcalde de Palma, Mateo Isern, pidió a todos los ciudadanos que, «cuando tengan conocimiento de cualquier tipo de violencia», lo denuncien, con el fin de «llegar a tiempo y evitar más muertes por violencia de género».