El ciudadano alemán Holguer J., de 34 años, durante el juicio que se celebró el pasado 27 de marzo. | Efe

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La Audiencia Provincial de Palma ha confirmado la condena de 17 años de prisión para Holguer J., alemán de 34 años, por tres delitos continuados de abuso sexual hacia sus hijos, un niño y una niña, desde que tenían 9 y 3 años, respectivamente, y otro hacia la hija de su expareja, de 6.

Además de los tres delitos de abusos continuados, la sentencia de la sección primera de la Audiencia, facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de Baleares, le condena también por un delito de corrupción de menores ya que obligó a los niños a practicar sexo entre ellos.

La Audiencia priva además al hombre de la patria potestad de sus hijos, le prohíbe acercarse o comunicarse con ninguno de los tres menores por un plazo de 15 años y le condena a pagar una indemnización de 10.000 euros a cada niño, en resarcimiento de los daños morales causados.

Las penas contemplan la agravante de parentesco en el caso de sus hijos y la atenuante de la confesión porque realizó un «reconocimiento incondicional» de los hechos.

La sentencia confirma la condena que había sido admitida por el acusado antes de que se celebrara el juicio que tuvo lugar el pasado 27 de marzo en la Audiencia de Palma.

La vista oral duró únicamente 15 minutos ya que en ella tan solo se le preguntó con la ayuda de una traductora si admitía ser culpable de los delitos de los que estaba acusado y si aceptaba la pena que solicitaba la Fiscalía, algo que admitió.

Durante la vista, Holguer J. hizo uso del turno de palabra al que tiene derecho todo acusado para pedir disculpas por sus actos.

El hombre reconoció haber cometido abuso sexual con penetración sobre los tres menores, haber grabado varias de las agresiones y haber colgado algunas de las filmaciones en internet, hechos que ocurrieron en su domicilio de la localidad mallorquina de Llucmajor y en un velero, en los años 2008 y 2009.

En su confesión, el acusado reconoció expresamente haber violado a los tres niños analmente y a su hija vaginalmente, haberles exhibido películas de contenido pornográfico mientras hacía que su hija le masturbara, y haber obligado al chico a mantener relaciones sexuales con las dos niñas, sucesos todos ellos que los menores vivieron de forma traumática.

El acusado fue detenido el 20 de abril de 2011, tras una investigación que partió de una alerta de la embajada alemana sobre la existencia en internet de un vídeo en el que varios niños eran agredidos por un adulto y obligados a mantener relaciones sexuales entre ellos.

En la grabación, el pederasta, que se hacía llamar «Cooldaddy» -"Papá guay"-, facilitaba un correo electrónico de contacto para aquellos interesados en abusar también de los menores, dirección que fue investigada.