En concreto, el Ministerio Público le considera autor de un delito continuado de abuso y agresión sexual a un menor de 13 años, por el que reclama cuatro años de cárcel, así como uno continuado de agresión sexual a otro niño de la misma edad por el que pide siete años de privación de libertad. Junto a estas penas, la acusación reclama que indemnice a cada uno de los menores con 3.000 euros por daños morales y psíquicos.
En su escrito de calificación, la Fiscalía señala que los hechos se produjeron entre febrero y marzo de 2011, periodo en el que Juan M.S. contaba con 22 años y ejercía de entrenador y voluntario del Grupo de Educadores de Calle y Trabajo con Menores (GREC).
Según la acusación, una vez ganó la estima y la confianza de los menores, comenzó a exigirles que realizaran con él actos sexuales, lo que sucedió en al menos cuatro ocasiones. Para obligar a los dos niños, les advertía de que si no le obedecían él se suicidaría, les echaría del equipo o contaría a la Policía «lo que estaban haciendo», haciéndoles a su vez pequeños regalos para ganarse su estima.
La Fiscalía recalca que el procesado, quien estuvo en prisión provisional entre el 20 de abril y el 12 de mayo de 2011, sufría un retraso mental límite moderado 'borderline', lo que limitaba su capacidad de comprensión de los hechos y alteraba sus capacidades intelectivas, con un grado de discapacidad del 10 por ciento.
El acusado era monitor de un equipo de fútbol de preadolescentes y, según informó la Policía tras su detención por estos hechos, ya había sido denunciado años antes por otro menor por acoso.
3 comentarios
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Y digo yo, si este tipo ya había sido denunciado años atrás por abuso a un menor quien le permitió trabajar con niños nuevamente? El que lo contrato con esos antecedentes penales debería ser juzgado también porque es tan culpable como el.
Dios mio otra vez gentuza y pervertido de aquí con niños, sinverguenzas.
La desprotección de los niños en estos temas es cada vez mayor. Para mi es bastante peor que el tema de la corrupción política, ya que denota que la moralidad de esta sociedad se está yendo por el retrete. Si no somos capaces de proteger a nuestros hijos de estos infames personajes, tal vez no somos merecedores del regalo maravilloso que supone ser padres. 3000 EUROS DE INDEMNIZACION me parece una RISA. Y las condenas de cárcel, con las reducciones por buen comportamiento, se quedan en casi nada. Ya es hora de CASTIGAR como se merecen a toda esta gentuza porque sino, cdada vez habrá menos futuro para está sociedad que, poco a poco, se va degradando de una manera asquerosa. PROTEJAMOS A LOS NIÑOS de una vez porque ellos son nuestro futuro. Y no creo que cuando sean adultos les queden ganas de proteger a los que no hemos sido capaces de protegerles a ellos