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La Sala de lo Contencioso del TSJB ha ratificado la sanción a una funcionaria de Justicia que fue suspendida de empleo y sueldo durante dos semanas por gritar por teléfono a un comandante de la Guardia Civil y menospreciar de forma habitual a los agentes cuando llamaba al cuartel de Maó.

Según recoge la sentencia, en la primavera de 2010 la funcionaria llamaba habitualmente al cuartel para citar a los guardias que tenían que comparecer como testigos en juicios. En cada una de esas llamadas, se comportaba de forma desconsiderada y llegó a gritar a los agentes. En una ocasión, al hablar con el comandante de puesto, este le dijo que no sabía a qué unidad pertenecían unos agentes que eran identificados por su número de placa. «La contestación de la señora fue inadecuada, llegando a gritar a su interlocutor y cortando bruscamente la llamada». A raíz de estos hechos, la Guardia Civil formuló una queja a los juzgados y se abrió un expediente a la funcionaria.

La trabajadora sancionada reclamaba al TSJB la anulación de una sentencia previa que confirmaba la sanción. Argumentaba, entre otras cuestiones, que la falta en todo caso habría sido leve y no grave porque había ruido en el teléfono. El TSJB señala en la sentencia que este extremo no se ha probado y que, en ningún caso obliga a levantar la voz de la manera que hizo la acusada.

También argumentaba la sancionada que durante la temporada que padecía los hechos tenía una depresión de posible origen hormonal. La Sala de lo Contencioso que ya por ese motivo se impuso una sanción de solo dos semanas y tampoco modifica el anterior pronunciamiento judicial.