Así, la condena del presidente del Tribunal del Jurado, Diego Gómez-Reino, supone un año menos que la petición que hacía la Fiscalía, que solicitaba 16 años de cárcel, si bien, en un principio, reclamó 20 años, aunque, posteriormente, disminuyó esta petición al no apreciarle la atenuante de parentesco.
Asimismo, el Tribunal le ha condenado a indemnizar con 120.000 euros a los dos hijos menores de Oriol (60.000 euros a cada uno), así como con 12.000 euros a la madre de la joven asesinada.
Cabe recordar que el pasado 26 de abril, el jurado popular declaró, por mayoría de ocho a uno, a Zouahir A.R. culpable de asesinar a Núria Oriol.
Durante la lectura de su veredicto, el portavoz del jurado que se encargó de juzgar al procesado, consideró acreditado que durante la madrugada en la que sucedieron los hechos el inculpado se dirigía a casa de la fallecida, a pesar de que en su declaración aseguró que esa noche estaba «de bares» y que después, tras haberla llamado más de veinte veces sin lograr contactar con ella, «me fui a mi casa ya que a esas horas ya estaba todo cerrado».
El jurado estima de este modo que se produjeron contradicciones en el testimonio de Zouhair A.R., quien, según ha puesto de manifiesto, mantenía una relación sentimental con ella si bien de manera inestable y manteniendo ambos relaciones paralelas, sin que haya quedado probado que se hubiera trasladado a vivir de forma permanente a la vivienda de Nuria Oriol. En cualquier caso, ha apuntado que tenía facilidad para entrar en su casa, en cuyo interior «causó su muerte».
Tras llamarla como «estrategia para hacerle una coartada», el jurado ha manifestado que, una vez dentro del inmueble, el acusado la asió del cuello con las manos y le ocasionó heridas que provocaron su asfixia, para posteriormente apuñalarle en el tórax, lo que le causó definitivamente la muerte. El jurado ha expuesto asimismo por unanimidad no ser partidario de que le sea solicitado el indulto.
Cabe recordar que, durante su declaración en la vista oral que desde el pasado lunes se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Palma, el acusado, de nacionalidad marroquí, reconoció las llamadas que le hizo a lo largo de esa madrugada, la última de ellas a las 3.47 horas -la víctima, de 24 años, falleció más allá de las cuatro-, ya que no la había visto desde hacía más de un día y «ya no la vi nunca más».
Según explicó en su comparecencia, Núria Orol era su «amiga», a quien había conocido cuatro meses antes, justificando que tenía llaves de su casa puesto que, tras haber trabajado durante ese tiempo juntos en el mismo establecimiento, tenía en la vivienda de ella «muchas cosas».
Tras serle exhibida una grabación de la madrugada de los hechos en la que se reconoció en una calle próxima al domicilio de la víctima, el acusado explicó que a esas horas acababa de salir de un bar de la zona y tenía intención de seguir en otros. «Que yo esa noche estuve en su casa es totalmente mentira», sentenció Zouhair A.R. a preguntas de la fiscal Mercedes Carrascón.
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