Un total de 31 personas han sido imputadas en el marco de una investigación de la Guardia Civil sobre una trama organizada que se dedicaba, en los años setenta y ochenta, a la compraventa de bebés procedentes de Marruecos que eran trasladados desde Melilla a la Península bajo la apariencia de hijos biológicos.
Un total de 28 niños lactantes --algunos nacidos en Marruecos y otros en Melilla-- fueron introducidos en la ciudad autónoma y trasladados posteriormente a la Península con documentación falsa tras haber sido vendidos por cantidades que oscilaban entre los 1.200 y los 6.000 euros, siendo las niñas las que adquirían un mayor valor como consecuencia de una mayor demanda, según ha informado la Guardia Civil este miércoles en un comunicado.
Catorce personas han sido identificadas como víctimas, una de ellas una madre gestante a la que le quitaron su hijo recién nacido, y la organización intervino en la compra de catorce recién nacidos.
ALGUNOS IMPLICADOS HAN MUERTO Y OTROS SON MUY MAYORES
A las 31 personas implicadas en la trama --que eran captadores, intermediarios, vendedores, compradores, suministradores o facultativos-- se les imputan diversos delitos, como suposición de parto, alteración de la paternidad, detención ilegal o falsificación de documentos públicos.
Doce de ellas ya han fallecido y otras tienen edades muy avanzadas o se encuentran en mal estado de salud. Tres de los integrantes de la trama eran personal sanitario, y los tres han fallecido; y una de las dos religiosas relacionadas con los hechos investigados también murió.
Las personas investigadas, algunas de las cuales tienen antecedentes policiales y judiciales, han pasado a disposición judicial en calidad de imputadas pero no han sido detenidas a causa de su avanzada edad o su delicado estado de salud.
COMPRABAN BEBES A MADRES SIN RECURSOS
Entre las décadas de los 70 y 80, los implicados en la trama delictiva captaban a matrimonios que no podían tener hijos y a los que se les presumía un alto poder adquisitivo. Concertaban una cita con ellos y, a cambio de una importante cantidad de dinero, los trasladaban a Melilla.
Una vez allí, les hacían entrega de un bebé recién nacido, facilitándole un Certificado de Nacimiento expedido por un sanitario, o los ponían en contacto con ellos para que se lo expidieran y, de esta forma, pudieran inscribirlo en el Registro Civil como hijo biológico.
Estas personas obtenían a los recién nacidos de diferentes formas. En ocasiones en la propia ciudad de Melilla, donde contactaban con madres gestantes con escaso poder adquisitivo, que accedían a la entrega del bebé bajo la promesa de una vida mejor para él o simplemente a cambio de dinero.
Otras veces lo hacían en Marruecos, donde la trama disponía de contactos con personal sanitario y trabajadores de hospitales de las localidades de Oujda y Nador, que facilitaban la entrega y traslado a Melilla de los niños recién nacidos. En la ciudad autónoma se efectuaba la entrega de los lactantes y de la documentación falsa a sus receptores, que los trasladaban a la península con la cobertura legal de hijos propios.
TRES HERMANAS DE TETUAN
La investigación se inició como consecuencia de dos denuncias interpuestas ante la Fiscalía General del Estado por la Asociación ANADIR (Asociación de Afectados por las Adopciones Irregulares) a finales de noviembre de 2011, por la sustracción de recién nacidos o adopciones ilegales.
Se constató que la denuncias afectaban a Melilla y que las personas a investigar residían en Valencia. La fase documental ha conllevado el estudio de los registros de ingresos y maternidad de los hospitales de la ciudad autónoma, centrándose la investigación en el año 1979 y, posteriormente, en múltiples Registros Civiles de diversas localidades españolas.
Los primeros resultados obtenidos se centraron en la coincidencia de determinadas personas, que como matronas o facultativos, habían participado en los hechos investigados y que pivotaban principalmente en torno a tres hermanas nacidas en Tetuán (Marruecos).
Dos de ellas fijaron su residencia en Melilla y la tercera vivía en Marruecos, donde cambió su nombre y apellidos. Esta última era la encargada de captar a las futuras madres en avanzado estado de gestación en ese país y el enlace con las enfermeras, auxiliares y trabajadores de los hospitales de Oujda y Nador.
INVESTIGACIÓN LABORIOSA
Según la Guardia Civil, la fase de investigación ha sido muy laboriosa por la lejanía de los hechos acaecidos, la falta de registros oficiales en muchos casos y el fallecimiento de muchos de los implicados. Las mujeres embarazadas que se captaban en Marruecos dispuestas a entregar a sus recién nacidos a menudo daban a luz en domicilios particulares de Melilla o de su país de origen sin la ayuda de personal sanitario, por lo que no constaban registros oficiales de esos nacimientos.
La instrucción de la operación, que continúa abierta, ha recaído en el Juzgado de Instrucción número dos de Melilla, que dispuso la investigación de los hechos denunciados a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de esa ciudad autónoma.
Se ha desarrollado prácticamente en todo el territorio nacional, destacando la colaboración de las Unidades de Policía Judicial de las Comandancias de la Guardia Civil de Valencia, Málaga, Granada, Las Palmas de Gran Canaria y Palma de Mallorca, dada la complejidad y magnitud de los datos a cotejar para fijar los objetivos.
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