Isabel Mozos, vecina del primero, señala la ventana del tercer piso desde la que cayó la niña.

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Una niña de cuatro años ingresó ayer por la mañana en Son Espases después de caer desde un tercer piso en las viviendas Verge de Lluc, en Palma. Una ambulancia del 061 trasladó a la pequeña hasta el hospital y fuentes de este servicio informaron de que su estado era grave. Policía Local de Palma y Cuerpo Nacional de Policía (CNP) acudieron al lugar para esclarecer lo ocurrido, aunque todo apunta a que se trató de un accidente.

El suceso tuvo lugar poco antes de las diez de la mañana en un edificio que consta de planta baja y tres alturas, situado en el número 7 de la Plaza Félix Rodríguez de la Fuente. En el 3ºA residen un matrimonio de africanos, procedentes de Mali, y sus dos hijas, una de cuatro años y otra, una bebé de unos ocho meses. Al parecer el hombre se había ido a trabajar y la mujer se había quedado con las dos niñas. En un momento en que estaba con el bebé, la niña de cuatro años se asomó demasiado a una ventana y, a pesar de que hay una pequeña barandilla, perdió el equilibrio y cayó al vacío.

La madre de la pequeña, al verla en el suelo, fue a socorrerla y pidió auxilio. Un gran número de vecinos fueron ayudarla y se alertó a los equipos de emergencia. En breve se personaron en la zona efectivos de la Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía y del 061.

Vecinos

Isabel Mozos, vecina del primer piso de la misma finca, explicó: «Yo estaba en mi casa, se escuchó un fuerte golpe y cuando abrí la ventana para ver lo que había pasado vi a la madre con la niña en brazos pidiendo ayuda, enseguida empezaron a venir vecinos y llamaron a la policía».

Junto a la fachada del edificio hay una acera de medio metro de ancho, aproximadamente, y después una pequeña zona ajardinada. La niña de cuatro años fue a parar encima de unos setos que amortiguaron la caída. «La niña tuvo la suerte de caer sobre los setos, si cae directamente contra el suelo hubiese sido fatal, al principio cuando su madre la cogió del suelo no decía nada, pero tenía galletas en la boca y cuando las sacó se puso a llorar», afirmó Isabel.

El personal sanitario y médico del 061 atendió a la pequeña ‘in situ'. En una primera valoración se apreció que podría haber sufrido una fractura de pelvis, además de otras posibles lesiones. La evacuaron en ambulancia a Son Espases para efectuarle diversas pruebas y determinar el alcance de las lesiones.

Los agentes se entrevistaron con posibles testigos y precintaron la zona ajardinada. Horas después, en el punto donde se produjo la caída, había en el suelo unos pequeños zapatos y una pelota de goma de la niña de cuatro años.

La noticia fue corriendo de boca en boca entre los vecinos de la zona. Varias personas que conocían a la familia destacaron que la «madre es una persona muy responsable que siempre presta atención a sus hijas, pero con los niños un despiste puede ser fatal».