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El alcalde está furioso. Mateo Isern quiere aclarar de forma contundente el escándalo de los exámenes amañados en la Policía Local de Palma y uno de los escenarios que está meditando incluye la destitución del actual intendente jefe, Antoni Vera. Sin embargo, el primer edil no tomará ninguna decisión hasta leer hoy por la mañana un informe que ha encargado sobre el caso.

Aunque muchos dan por hecho el relevo de Vera al frente de la Policía Local de Palma, lo cierto es que al cierre de esta edición Isern todavía no había decidido los pasos a seguir. En primer lugar, quiere conocer el alcance del escándalo, y si salpica directamente a la cúpula policial actual. La dimisión del director del Área de Seguridad Ciudadana, Enrique Calvo, no ha calmado la indignación del alcalde, que no quiere ni oír hablar de casos de corrupción municipal.

El caso de Vera es complicado. La Guardia Civil no lo ha imputado, pero era el presidente del Tribunal que evaluó a los aspirantes a oficiales y las preguntas fueron filtradas. Además, el caso tiene un coste político, que deja en la cuerda floja al actual intendente, cuya gestión hasta la fecha había sido muy alabada.

Ayer también trascendió que un policía local ha denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción que el día que supuestamente Enrique Calvo envió los emails con las preguntas a los mandos afines, Dani M. estuvo sentado en el ordenador del político, manipulándolo. Dani es el agente que destapó el escándalo, después de que un pinchazo telefónico lo 'cazara' hablando con otro agente supuestamente corrupto, Nicanor G. Ambos, según la Guardia Civil, estaban implicados en las actividades de los 'ángeles del infierno', y Dani pactó contar lo de los exámenes amañados a cambio de algunos beneficios.

El agente que declaró ayer sostiene que Dani se colocó en el ordenador de Calvo durante una breve ausencia del director de Área. El municipal, sin embargo, no ha podido confirmar que lo que se envió en ese momento fueron los exámenes con las preguntas y respuestas.