La Guardia Civil se ha incautado de 1.098 plantas de cannabis sátiva y ocho kilos de cogollos secos. | Alejandro Sepúlveda

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¿Quién iba a sospechar que todo un edificio del Coll d'en Rebassa era, en realidad, un gigantesco laboratorio de marihuana? La Guardia Civil desmanteló ayer una finca de la calle Judit que se dedicaba exclusivamente al tratamiento de la 'maría'. Dos sospechosos fueron arrestados y los investigadores buscan a otros implicados.

La Benemérita llevaba tiempo tras los pasos de la banda y ya en la madrugada de ayer los agentes tomaron posiciones frente al edificio de la calle Judit, al inicio del Coll d'en Rebassa viniendo desde la autopista.

Vigilancia

Los funcionarios no querían que ninguno de los sospechosos se les escapara y durante cuatro horas montaron una discreta vigilancia en los alrededores de la finca, ubicada en el número 8 de esa calle. Sobre las ocho de la mañana, agentes encapuchados y armados tomaron al asalto los tres pisos y confirmaron lo que ya sospechaban: que todo el bloque pertenecía al mismo clan y que era un gigantesco laboratorio de marihuana. La operación 'Green Beret', como así fue bautizado, se prolongó durante buena parte de la mañana, mientras los funcionarios iban sacando las 1.098 plantas del interior y los ocho kilos de cogollos secos. Además, a la red se les intervino coches de lujo y se descubrió que habían realizado empalmes de electricidad ilegales para no pagar los recibos de la luz, que cada mes eran altísimos.

De hecho, en las tres plantas había todo un sistema de iluminación montado, con focos y aparatos electrónicos. Todas las habitaciones contaban con sistemas para renovar el aire y lámparas de calor para garantizar el cultivo y crecimiento de las plantas de cánnabis sativa. Los narcos también habían 'puenteado' el suministro del agua, por lo que operarios de Gesa y de Emaya revisaron todas las instalaciones para desconectar los empalmes ilegales.