La Policía Judicial de la Guardia Civil ha practicado cinco detenciones en relación al crimen de Llorenç Colom Cabanellas, el jubilado de 84 años de Pollença que apareció destrozado a hachazos en su casa, el pasado mes de enero. Los detenidos, dos como autores materiales y tres como encubridores, residen en la zona de Pollença y este domingo pasarán a disposición judicial en Inca. Además, se descarta que haya familiares de Llorenç Colom entre los detenidos.
De momento, las investigaciones se llevan a cabo bajo el más estricto hermetismo, por lo que han trascendido muy pocos datos sobre la operación llevada a cabo por los agentes de la Policía Judicial, que llevaban casi cuatro meses volcados en el esclarecimiento del asesinato. Uno de los detenidos es un español de 56 años de edad.
Los investigadores parece ser que han obtenido la confesión de algunos de los acusados, por lo que el esclarecimiento total del caso podría estar próximo. Algunos de ellos parece ser que ya habían tenido problemas anteriormente con la Justicia, y tenían antecedentes.
El asesinato de Llorenç Colom se descubrió el pasado 16 de enero, cuando sus hermanos se personaron en su casa de la calle Gonçal Ferragut número 18, extrañados porque no tenían noticias de él a pesar de que habían quedado en verse. Al entrar en la vivienda, descubrieron que la puerta estaba abierta y que no había luz. Después, se encontró su cadáver en el suelo, con la cabeza destrozada a hachazos. En total, el asesino o los asesinos le habían asestado entre ocho y nueve golpes, casi todos mortales de necesidad.
La investigación se centró en su círculo más próximo, ya que no había puertas o accesos forzados y todo hacía indicar que la víctima conocía a sus verdugos. Ayer, tras una larga investigación, la Policía Judicial consiguió aclarar uno de los crímenes más complejos que se les había presentado en los últimos tiempos. Llorenç Colom estaba jubilado y vivía solo. Años atrás, había trabajado como jardinero.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Esta visto que ya no se puede uno fiar ni de su propia sombra y Alos hechos me remito.
Hay elementos que no son personas, son monstruos y como tal deben ser tratados
Felicitaciones a la guardia civil por meter entre rejas a estos elementos. Y mi más sentido pésame a los familiares de este pobre hombre.