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Los policías portugueses y británicos que buscan pistas sobre lo ocurrido hace siete años a Madeleine McCann centraron hoy sus pesquisas en un nuevo terreno en Praia da Luz, localidad del Algarve luso donde desapareció la menor.

En el octavo día de búsqueda, los agentes abandonaron el perímetro analizado durante la semana pasada -en las inmediaciones del complejo vacacional donde se alojaba la menor con sus padres- y excavaron en una zona cercana al mar, alejada de la carretera y donde existen varias casas abandonadas.

Agentes de la Policía Judicial (PJ) y de la Guardia Nacional Republicana forman parte de este dispositivo, que incluye también a miembros de Scotland Yard llegados el pasado lunes para continuar en Portugal sus averiguaciones sobre el caso de Madeleine McCann.

La cooperación entre las autoridades de ambos países se produce después de que el Reino Unido solicitara hace meses a la Fiscalía lusa «asistencia judicial» para poder avanzar con sus investigaciones en Portugal.

Durante los últimos días, los policías han utilizado desde radares hasta perros entrenados en este tipo de operativos con la esperanza de encontrar algún nuevo indicio enterrado en el subsuelo.

Las excavaciones se producen a petición de Scotland Yard, que en 2011 relanzó una investigación que nunca llegó a ser cerrada oficialmente.

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Por su parte, la Fiscalía lusa reabrió el caso en octubre de 2013 después de que un equipo de la PJ volviera a analizar toda la documentación y encontrara nuevos indicios, aunque su línea de investigación es diferente a la de sus homólogos británicos.

La desaparición de Madeleine McCann se produjo en mayo de 2007, cuando tenía apenas tres años y se encontraba de vacaciones con sus padres en un apartamento de Praia da Luz.

Sus progenitores, Kate y Gerry McCann, declararon que dejaron a su hija durmiendo junto a sus dos hermanos mientras cenaban con unos amigos en el mismo complejo turístico y que, a su regreso, la menor ya no se encontraba en la habitación.

Los padres de Madeleine fueron oficialmente considerados sospechosos por la Policía portuguesa debido al hallazgo de rastros biológicos de la pequeña en sus efectos personales y en un automóvil alquilado tras la desaparición.

Sin embargo, la Justicia lusa acabó por exculpar al matrimonio, después de que los análisis de las muestras que les incriminaban, realizados en el Reino Unido, no se consideraran concluyentes.

Gerry y Kate McCann han defendido durante estos años que Madeleine sigue viva y fue víctima de un secuestro.