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Robo de película en s'Illot. El pequeño núcleo turístico de Sant Llorenç registró en la noche del martes un asalto de película a una joyería, de la que los ladrones obtuvieron un botín valorado en 120.000 euros. La Guardia Civil está buscando a los implicados, que se colaron por una antigua chimenea de la azotea y descendieron ocho metros.

El negocio Ana Mari Pearls es una conocida joyería en aquella zona y colinda con un hotel. Ocupa los bajos de un edificio de dos alturas, y parece ser que los ladrones conocían el inmueble por dentro.

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De hecho, sabían que una antigua chimenea ubicada en la azotea desembocaba en una sala de estar y de ahí a la joyería sólo les separaba una puerta con varios cierres, que forzaron.

El grosor del conducto es de poco más de un metro y para descender los ocho metros se ayudaron de un cable o cuerda. Nadie escuchó esa noche ni golpes ni ruidos extraños, y los investigadores creen que pudieron entrar a partir de las 22.00 horas, cuando la dueña cerró el local. El robo millonario se descubrió en la mañana de ayer, cuando abrieron la joyería y descubrieron las vitrinas vacías.

En la denuncia inicial, la propietaria calculó el valor del género sustraído en unos 120.000 euros, casi todo joyas y alhajas de oro. Los delincuentes rechazaron otros efectos de menor valor y para salir tuvieron que volver a escalar los ocho metros hasta la azotea.

La primera inspección ocular en la joyería la llevaron a cabo los agentes del Área de Investigación del cuartel de Artà y después la Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor se hizo de las diligencias.

La principal hipótesis que manejan los investigadores es que los ladrones tenían información de primera mano sobre la joyería y cómo llegar hasta el interior de forma segura. Al parecer, no había alarma, así que una vez en el interior pudieron tomarse las cosas con calma.

En los últimos meses, distintas joyerías de Mallorca han sufrido robos sonados. El más espectacular fue el llevado a cabo en la joyería María José, en la barriada palmesana del Coll d'en Rabassa, de donde los hampones se llevaron joyas por valor de un millón de euros. Ese caso sigue bajo investigación y el Cuerpo Nacional de Policía maneja distintas hipótesis.