Año sangriento

El año empezó mal y sigue peor. El día 1 enero, un empresario suizo murió en el hospital debido a la brutal paliza que le propinaron unos ladrones que asaltaron su chalet del Port de Pollença. Poco después, un anciano fue asesinado a golpes en su casa, también en Pollença. En Son Bauló, de nuevo en la zona norte, una mujer apareció muerta en la playa, con signos de haber sido asesinada. La autopsia confirmó que la habían asfixiado. La tragedia se trasladó a continuación a Campos, donde un joven director de cine fue cosido a puñaladas por un amigo carnicero.

Mes sangriento

Y lo peor estaba por llegar. Desde junio, en sólo un mes, se han registrado cuatro asesinatos en Mallorca. El primero fue en Sóller, donde un hombre estranguló a su mujer, que se quería separar de él. Luego llegó el crimen de Porto Cristo, en el que el encargado de un bar recibió dos disparos a quemarropa. El jueves por la mañana fue hallado el cadáver de una mujer flotando en Aucanada. La habían asfixiado. Y en la noche del viernes al sábado, un polaco fue asesinado a golpes en una casa abandonada de las inmediaciones de Alfons el Magnànim, en Palma.

Se trata del mes más sangriento, muy por encima de enero de 2005, que también fue aciago para la crónica negra.

A este paso, los mandos policiales temen que la estadística de crímenes de 2014 iguale o supere al siniestro 2005, que contabilizó en doce meses doce crímenes.

«No tenemos una explicación para estos datos, esa es la verdad. En 2004, por ejemplo, sólo tuvimos dos homicidios en todo el año y ahora, diez años después, tenemos ocho en sólo siete meses», reconoció un veterano mando de la Guardia Civil.

Curiosamente, casi todos los crímenes de este año se han registrado en la Part Forana y, más en concreto, en la zona Norte de la isla.