El regidor Guillermo Navarro dará hoy explicaciones en el pleno. | ALEJANDRO SEPULVEDA -

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Policías locales arrepentidos están colaborando en la investigación sobre la Platja de Palma y los agentes del cuartel de San Fernando supuestamente corruptos. Anticorrupción, a través de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, está analizando una gran cantidad de información recopilada estos últimos meses. Hay grabaciones de vídeo y también unas 200 escuchas telefónicas que un policía local hizo a algunos de sus compañeros sin que ellos lo supieran.

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En general, se trata de favoritismo policial a ciertos locales de s'Arenal y la Platja de Palma a cambio, por supuesto, de ciertas dádivas. Los investigadores creen también que algunos funcionarios dieron «chivatazos» a los dueños de prostíbulos y bares antes de la Patrulla Verde o el GAP llevaran a cabo una inspección que debía ser «sorpresa».

En estos meses de diligencias se ha detectado, por ejemplo, que un policía local hacía los seguros de los locales que él debía inspeccionar y que otro trabajaba para un conocido club de alterne, a través de una empresa tapadera de su mujer. En otros casos, algunos establecimientos de ocio nocturno habrían sido sancionados solo porque eran la competencia de los locales favorecidos. El cuartel de San Fernando, cuyo ambiente está muy enrarecido desde que ha trascendido la investigación en marcha, ya indagó algunas de estas malas prácticas policiales. En el epicentro de la supuesta corrupción policial aparecen dos agentes municipales, que posiblemente sean los primeros detenidos cuando estalle la operación.