Muere un turista francés de 22 años al precipitarse desde un sexto piso en Magaluf

Magaluf se cobra una nueva víctima mortal. Un joven de nacionalidad francesa de 22 años de edad, y que todo apunta a que iba bajo los efectos del alcohol, falleció en la madrugada de ayer tras precipitarse desde un sexto piso. El trágico suceso tuvo lugar a las 06.14 horas en los Apartamentos Magaluf Playa, ubicados en la calle Galeón. Se trata de complejo hotelero que se encuentra en la parte trasera de la discoteca BCM y a escasa distancia de Punta Ballena.
Según las primeras hipótesis de la investigación, el joven fallecido se olvidó las llaves de su habitación en el interior de la misma. Al regresar al hotel y percatarse de ello decidió pedir permiso a un grupo de chicos británicos que estaban en la habitación colindante para saltar por el balcón. Una vez dentro, el chico, que iba ebrio, sacó el cuerpo por la ventana y trató de alcanzar sin éxito la barandilla de su balcón. El francés perdió el equilibrio y se precipitó desde el sexto piso (cinco alturas) cayendo sobre una terraza interior del establecimiento.
Los propios amigos del precipitado alertaron a los equipos emergencia, pero a la llegada de los facultativos de la UVI móvil del SAMU-061 tan solo pudieron certificar la muerte del chico. La Policía Judicial de la Guardia Civil se desplazó hasta el lugar del suceso y sobre las nueve de la mañana la autoridad judicial ordenó el levantamiento del cadáver.
Sobre las 8.30 horas, los compañeros gráficos, tanto de prensa escrita como de televisión, se vieron sorprendidos por un grupo de amigos de la víctima que, visiblemente borrachos o bajo los efectos de algún tipo de sustancia estupefaciente, treparon por una rejilla metálica y la emprendieron a golpes contra ellos. Nuestro compañero Evaristo Miquel Tur (Michels) fue golpeado en las costillas y, tras arrebatarle su equipo fotográfico, se lo lanzaron por los aires destrozándoselo.
Los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil que estaban con el cadáver en la terraza ubicada en el edificio de enfrente, nada más ver que se estaba produciendo un grave altercado, se lanzaron desde la misma y acudieron rápidamente para auxiliar a los compañeros. Finalmente, el autor material de la agresión fue detenido.
Durante unos minutos se vivieron instantes de tensión y nerviosismo. El grupo de jóvenes franceses borrachos se mostraron muy agresivos y violentos. En todo momento mantuvieron una actitud provocadora y desafiante. Los agentes desplazados tuvieron que tomar posiciones y un patrulla se llevó al detenido hasta el cuartel de Son Bugadelles.