Tras pasar la noche en el calabozo de la Policía Local, el detenido, que dio negativo en los controles de alcohol y drogas que se le realizaron, ha prestado este jueves declaración en el juzgado y, según fuentes judiciales, ha hecho constar que sufre varias enfermedades crónicas, que lleva colocado un marcapasos y que toma habitualmente numerosas pastillas asociadas a varias patologías.
El conductor, al que se le imputa un delito de lesiones por imprudencia con siete perjudicados, ha manifestado que, tras ver un coche «muy cerca», se puso nervioso y sintió «un vahído» sin poder explicar por qué confundió el pedal del freno con el acelerador lo que le llevó a arrollar a los peatones que se encontraban en la isleta y que desconoce cómo pudo detener su vehículo.
La magistrada ha decidido además la retirada del permiso de conducir, del permiso de circulación y la intervención del vehículo causante del accidente.
El accidente se produjo a las 14.30 horas de ayer cuanto el turismo Hyundai que conducía circulaba por la calle Marqués de Santa Cruz y, tras atravesar Uría, giró para enfilar la calle Argüelles y arrolló a gran velocidad el semáforo de la isleta y a varios de los peatones que se encontraban en la misma.
Tras el choque, el vehículo siguió circulando con una rueda reventada y daños en un lateral por la calle Argüelles, donde estuvo a punto de colisionar con un autobús de transporte urbano y pudo ser detenido a un centenar de metros por una patrulla de la Policía Nacional que se encontraba en la zona.
Sólo una de los siete personas heridas permanece ingresada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) al que fueron trasladadas y se encuentra internada en la UCI con pronóstico grave pero estable al sufrir un traumatismo craneal y otras lesiones, entre ellas una en una pierna, sin que su vida corra peligro.
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